Perro sonriendo

 

En la nueva ley se propone investigar la violencia doméstica a partir de casos de maltrato animal

Con el objetivo de brindar un trato digno y respetuoso a los animales, sin importar su especie, la Procuraduría Ambiental y del Ordenamiento Territorial (PAOT) anunció que propondrá al Congreso capitalino una iniciativa de Ley de Protección y Bienestar Animal de la Ciudad de México (CDMX).

Mariana Boy, titular de la PAOT de la CDMX, señaló en videoconferencia de prensa que esta iniciativa reconoce a los animales como “seres vivientes” con derechos, por lo que toca temas como adopción responsable, animales en situación de calle, utilización de especies para la investigación científica e instalaciones para su resguardo.

Asimismo, se incluyen prohibiciones como peleas de gallos, perros y de cualquier otro tipo de animales “sin importar la especie”; regulación a clínicas y estéticas para animales de compañía; paseadores y cuidadores de mascotas o servicios funerarios.

Para la PAOT, el maltrato animal es un síntoma de un núcleo familiar perturbado y disfuncional, que suele estar asociado a la violencia doméstica y hasta de género, por lo que trabajan en colaboración con la Fiscalía General de Justicia (FGJ) en un protocolo para identificar estos delitos, pues aseguró que un 71% de las víctimas de violencia familiar reportan que sus agresores también han amenazado, lesionado o matado a sus animales de compañía.

“Está comprobado que el maltrato animal trasciende en muchas de las ocasiones a otro tipo de violencia familiar, a otras conductas criminales que afectan a población vulnerable como son niños, mujeres y adultos mayores […] Se busca que cuando se detecte un caso de maltrato animal también sea visto como una señal de alerta sobre violencia familiar” dijo.

Boy aseguró que dicho protocolo sigue los pasos de otros países que se han adelantado en la materia, como Estados Unidos y Reino Unido, donde las brigadas que atienden el maltrato animal son capacitadas para identificar casos de violencia doméstica; Australia, donde el maltrato animal está tipificado como violencia intrafamiliar y España, donde el maltrato animal está incluido en la evaluaciones de violencia de género.

Por su parte, la jefa de gobierno de la CDMX, Claudia Sheinbaum, indicó que “en el momento en que haya detección de violencia hacia algún animal, pueda haber de inmediato la convocatoria y relación para que se conozca si esto está asociado a un tema de violencia familiar”.

La iniciativa podría tener un alcance considerable, ya que el maltrato animal representa el 49.6% de las denuncias recibidas en la PAOT desde 2019 a la fecha. Solo en 2020, del total de denuncias recibidas por la PAOT, 52% fueron por maltrato animal y en lo que va de 2021 ya suma el 57 por ciento.

Algunos piensan que sancionar el maltrato animal es un exceso, ya que consideran que se trata de un problema cultural o de educación. En esta revista electrónica hemos insistido en la necesidad de atender y sancionar estas conductas. Según algunos estudios la crueldad con los animales se traduce en una ausencia de empatía que puede convertirse en delitos graves contra otras personas, al considerarse un factor criminógeno para cometer otros delitos contra la integridad corporal, sexual y la vida.

Un estudio arrojó que el 71% de los abusadores, el 56% de los delincuentes violentos y el 46% de los homicidas sexuales, habían maltratado en su infancia a animales.

La crueldad hacia los animales se identifica como una de las tres conductas características de la sociopatía, conocidas como la “Triada homicida”, la “Triada de Macdonald” (en inglés The Threat to Kill). Las dos restantes son la piromanía y la enuresis. Al menos dos de estas conductas se han encontrado en asesinos seriales.

De acuerdo con cifras del Buró Federal de Investigaciones (FBI) de los Estados Unidos, 87% de este tipo de asesinos, presentan antecedentes a temprana edad de maltrato hacia los animales, sin embargo estas conductas fueron toleradas o no denunciadas con el argumento de que se trataba de “simples animales”.

También otros estudios criminológicos demuestran que el maltrato a los animales genera un patrón de crueldad y de falta de empatía o remordimiento, que se manifiesta por medio de la indiferencia y la justificación por haber lastimado a otros seres, para finalmente pasar de los animales a las personas, en lo que se conoce como Trastorno Disocial de la Personalidad, antecedente del Trastorno Antisocial de la Personalidad en la vida adulta.

En un estudio realizado en Cataluña por un equipo encabezado por los doctores Ángel Cuquerella, médico forense, y Frank Ascione, psicólogo y uno de los mayores expertos mundiales en maltrato a los animales, encontraron en una muestra de 24 sujetos acusados o condenados por delitos graves o en fase de cumplimiento de sentencia por homicidio, asesinato o asesinato en grado de tentativa, la tríada en un 23.5% de la muestra, con tríada incompleta en un 65%. En un 41.7% de la muestra encontraron la crueldad hacia los animales como elemento aislado.

Asimismo, en estudios realizados en albergues para mujeres maltratadas se ha encontrado que el victimario tiene antecedentes de maltratar a los animales. En Ontario, Canadá, se encontró́ que de 111 mujeres encuestadas que tenían mascotas en su casa, el 44% de ellas dijo que su pareja había abusado o matado a una o más de sus mascotas, mientras que el 42% de estas mujeres reconoció́ que su pareja había amenazado con lastimar o matar a la mascota de la familia y el 16% reconoció́ que otro miembro de la familia había abusado o matado a alguna de las mascotas.

Estos resultados coincidieron con un estudio previo que había realizado la Sociedad para la Prevención de la Crueldad hacia los Animales en Ontario (Ontario Society for the Prevention of Cruelty to Animals) en que se demuestra una relación cercana entre el abuso hacia los animales y la violencia intrafamiliar.

Ocho Estados de la Unión Americana autorizan expresamente en sus estatutos relativos a la crueldad hacia animales, las evaluaciones psicológicas, o el tratamiento psiquiátrico. En California se exige la evaluación psicológica si se pide la libertad condicional después de una condena por abuso a animales. En Colorado y Virginia Occidental se aplica una evaluación psicológica después de la segunda ofensa.

Por todo esto, es que se insiste que este tipo de conducta no debe pasar desapercibida. No se trata de un problema menor, es un indicador potencial de violencia intrafamiliar o conductas futuras antisociales y agresivas en contra de personas.

Es la primera vez que en México se vincula el maltrato animal con la violencia familiar. El resto de las entidades de la República deberían considerar aplicar sanciones penales a estas conductas, pero adicionalmente se deben de incluir las evaluaciones psicológicas y el tratamiento psiquiátrico como parte de la sanción que reciba el responsable de matar a un animal, para evitar que estas conductas se conviertan en un riesgo mayor para la sociedad.

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