A principios de octubre un matrimonio fue sentenciado a seis meses de cárcel tras haber sido encontrados de negligencia en la prestación de servicio médicos a su hija.

La niña, de 11 años, falleció a causa de una rara forma de diabetes, que sin embargo es curable. Pero los padres no le proporcionaron atención médica ni vieron los signos de la enfermedad en su hija hasta que ella se debilitó y dejó de comer y beber por si sola. En ese momento los padres decidieron rezar por su cura en lugar de proporcionarle asistencia médica como es su obligación legal. Los servicios de emergencia fueron contactados hasta que la menor dejó de respirar.

El juez que conoció del caso declaró que se trata de buenas personas que tomaron una mala decisión y que la muerte de su hija les puede poner a reflexionar que Dios probablemente proporciona la salvación por medio de otras personas.

Como se trata de padres de familia, la sentencia se cumplirá un mes por año durante seis años y en meses diferentes a fin de que sus hijos no queden desatendidos. De esta manera uno estará recluido en marzo y el otro en septiembre.

Adicionalmente estarán condicionados por 10 años tiempo en el que permitirán que una enfermera revise a sus hijos sobrevivientes cada tres meses para verificar su estado de salud y en caso de alguna lesión o enfermedad deberán llevar inmediatamente a los niños al hospital.

El abogado del matrimonio declaró que sus clientes creen en otro tipo de medicina que no es la occidental y que están siendo castigados por no encajar en la norma social de utilizar medicina occidental y anunció que sus clientes apelarán la decisión del juez.

Este caso plantea el mismo cuestionamiento que el caso de Daniel Hauser: ¿Hay derecho de elección en cuanto a la medicina a utilizar?

 

Fuente BBC News

 

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