Escritores y artistas revelan que sus acuerdos no incluyen la adaptación de su trabajo a éxitos de taquilla de mil millones de dólares
A finales de 2004 Ed Brubaker empezó a colaborar con Marvel Comics, la marca y el sello editorial principal de Marvel Worldwide Inc., anteriormente Marvel Publishing, Inc. Con el artista Steve Epting, Brubaker creó nuevos villanos para el Capitán América y resucitó al personaje Bucky Barnes, como Winter Soldier (El Soldado de Invierno) que debuta en el Capitán América #1, Vol. 5, con fecha de portada enero de 2005.
El personaje después fue llevado al cine en 2014 en Captain America: The Winter Soldier, en 2016 en Captain America: Civil War, en 2018 en Avengers: Infinity War, en 2019 en Avengers: Endgame y en las escenas post créditos de Ant-man (2015) y Black Panther (2018).
A principios de este año (marzo 19 a abril 23, 2021) el personaje protagonizó la serie de Disney+, The Falcon and the Winter Soldier, que ha tenido un gran éxito. Pero nada de esto ha beneficiado al escritor.
El día del estreno de la serie, Brubaker escribió en su boletín semi-regular que tenía sentimientos encontrados. Mientras por un lado se alegraba por el actor Sebastian Stan, por el otro señalaba que “en su mayor parte todo lo que Steve Epting y yo nos hemos ganado por crear Winter Soldier y su historia es un ‘gracias’ aquí o allá, y con el paso de los años es cada vez más difícil vivir con eso. Incluso he visto a altos mandos en el lado editorial intentar atribuirse el mérito de mi trabajo varias veces…”. En ese boletín, es muy destacable su frase “El trabajo por encargo es lo que es”.
Lamentablemente esta es la historia común en la industria del cómic desde el inicio. La vivieron Joe Shuster y Jerry Siegel (Superman) que vendieron su personaje por 130 dólares y sólo después de una batalla los herederos de Siegel han obtenido más beneficios de esa creación o Bill Finger (Batman) cuyos herederos lograron después de otra batalla un acuerdo con DC Comics para que fuera reconocido como co creador y recibieran también beneficios económicos. O Jack Kirby (Fantastic Four, X-Men, Thor, Hulk, Iron Man, Fourth World, etcétera) que también sus herederos después de pelear muchos años lograron un acuerdo.
Regresemos a la frase de Brubaker “El trabajo por encargo es lo que es”. Los creadores que trabajan en Marvel y DC firman contratos de trabajo por encargo. En esos contratos los editores son los titulares de los derechos de autor sobre los personajes y las historias.
Si bien en estos contratos es relativamente claro determinar cómo se compensa por la creación de un personaje, aquellos familiarizados con los contratos de Marvel y DC dicen que esos contratos no son tan claros cuando las historias se adaptan al cine. No existe una política concreta en ninguna de las empresas.
Varios creadores de cómics han declarado públicamente que los pagos de DC por adaptaciones, en general, son más altos. El creador de cómics Jim Starlin llamó la atención en 2017 cuando señaló públicamente que Warner Bros., le pagó más por un personaje secundario que apareció en Batman v.Superman: Dawn of Justice, que lo que recibió de Marvel por las apariciones de Thanos, Gamora y Drax en sus distintas películas.
Después de que Starlin expresó su descontento, Disney renegoció su trato con él, lo cual quiere decir que sí es posible dar un mejor trato a los creadores, pero no existe la obligación legal de realizar pagos adicionales por adaptaciones.
Desde la década de 1970 los creadores de DC que aportan un nuevo personaje para el universo de la compañía, tienen derecho a pagos adicionales si el personaje se incluye en películas, televisión y mercancía, una idea encabezada por la entonces editora Jenette Kahn.
La trilogía The Dark Knight de Christopher Nolan, por ejemplo, se basó en el trabajo de docenas de creadores que recibieron algún tipo de compensación, dicen las fuentes. Len Wein, el difunto co-creador de Wolverine, dijo que recibió más dinero por crear a Lucius Fox, el personaje de Batman interpretado por Morgan Freeman en las películas de Nolan, que por crear al icónico héroe de X-Men interpretado por Hugh Jackman en nueve películas.
Marvel tiene como política hacer pagos adicionales como “regalos de agradecimiento” para evitar la mala publicidad. “Es dinero para callarte” (Shut-Up Money), como le gusta llamarlo a un creador de Marvel que recibe tales pagos, pero que se negó a compartir con Hollywood Reporter, detalles sobre el tema.
Los creadores más contemporáneos ha optado por hacerse de un nombre en Marvel y DC para construir su marca personal y luego irse, llevándose esa audiencia con las editoriales que le permiten retener los derechos de los personajes.
Todd McFarlane fue uno de los creadores que popularizaron esta noción como cofundador de Image Comics. Lanzó la editorial en 1992 después de convertirse en un escritor y artista estrella en los comics de Spider-Man, donde co-creó Venom. McFarlane recibe cheques por Venom, cuya nueva película producida por Sony se estrenará en septiembre.
McFarlane cree que si das un trato justo, el creador estará más interesado a trabajar contigo que con la competencia. “Se está pagando migajas a los creadores originales”, dice McFarlane. "La primera persona que diga que va a pagar tres veces esas migajas se verá como un genio y tendrá una avalancha de talento en su dirección".
Uno de los pocos creadores que pudo tener un buen trato y sus herederos siguen recibiendo beneficios por la creación de su personaje es Bob Kane, co creador de Batman, que en 1946 negoció un contrato que lo reconoce como el creador del personaje a perpetuidad y le aseguró a él y sus herederos un pago de regalías.
Salvo está excepción, la forma en que operan Marvel y DC Comics no ha cambiado mucho en más de 80 años y siguen dando poco reconocimiento a los creadores. Quien sabe, aunque es poco probable, tal vez en algún momento esto cambie.
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