Mazo judicial

En Japón, la Corte de Distrito de la prefectura de Kumamoto, concluyó que existe nueva evidencia suficiente para reponer el proceso de Koki Miyata, un hombre de 83 años de edad, que en 1985 fue procesado por haber apuñalado de muerte a un conocido. Aunque Koki Miyata cumplió con la sentencia impuesta de 13 años, su hijo y sus abogados han luchado por la reposición del proceso para demostrar su inocencia.

De acuerdo con la sentencia, Koki Miyata apuñaló con un cuchillo a un conocido la mañana del 6 de enero de 1985 en lo que era la municipalidad de Matsubase y que hoy forma parte de la ciudad de Uki, en la prefectura de Kumamoto. La verdad legal establece que, durante la cena, Miyata tuvo un altercado verbal con su víctima, de lo que hubo varios testigos, y que luego regresó a casa de la víctima para matarlo.

Durante el interrogatorio de la policía, Koki Miyata confesó el delito, aunque luego sostuvo que mucho de los que había confesado, no era cierto. Miyata fue condenado a 13 años de prisión, en una sentencia ratificada por una corte de apelaciones. Terminó de cumplir su condena en 1990.

En 2012, el abogado que fue nombrado tutor de Miyata, presentó a la corte una solicitud de reposición del proceso presentando nueva evidencia. Entre esta nueva evidencia están las marcas de la cicatriz en la víctima que no corresponden con la supuesta arma homicida, así como un pedazo de tela en el que Miyata dijo que el cuchillo estaba envuelto y que dijo haber quemado después.

Si bien la fiscalía argumentó que la evidencia presentada no era suficiente, el juez presidente del tribunal, Yoshihisa Mizokuni, dijo que había una “duda razonable sobre la condena”, mencionando que incluso puede ser que el arma reputada como tal, no haya sido la usada en el homicidio.

“El señor Miyata pudo haber inventado la historia”, dijo el juez Mizokuni, añadiendo que la confesión pudo haber sido hecha para “ajustarse” a la línea de investigación.

Conocida la decisión, uno de los abogados del señor Miyata, Makoto Saito, declaró: “Trabajaremos muy duro para lograr una absolución. Estamos felices”.

Lograr una absolución sería muy importante para la familia de Koki Miyata. Por ejemplo, su hijo mayor, Takahiro Miyata, actualmente de 60 años, se divorció de su esposa tras el arresto de su padre por considerar que el estigma de la acusación sería contraproducente en la vida de su hija. Por eso ha sido uno de los principales impulsores de la reposición del juicio a su padre.

Más información japantimes.co.jp

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