Carón de huevos

En un triste revés para los defensores de los derechos de animales, una corte alemana falló en contra de una prohibición gubernamental del estado federado de Renania del Norte Westfalia que pretendía prohibir el aplastamiento de los pollos del sexo masculino que nazcan en granjas de huevo, concluyendo que las granjas no tienen impedimento legal para hacerlo conforme a la ley de protección animal vigente.

Se trata de uno de los actos más sanguinarios y, sin embargo, menos comentado, que se comete en la industria alimentaria, en el que los pollos machos que nacen en las granjas productoras de huevo son inmediatamente colocados en bandas transportadoras que los conducen a una prensa, para aplastarlos por su inutilidad para el negocio del huevo.

Por la crueldad del acto, el ministro del interior de Renania del Norte Westfalia firmó una prohibición a esta práctica en 2013, pero 11 granjas productoras de huevo decidieron recurrir este acto administrativo ante los tribunales.

En este proceso, el juez de la ciudad de Münster, falló la semana pasada a favor de las granjas concluyendo que la ley de protección animal permite que se maten animales si hay un motivo razonable para hacerlo.

El motivo razonable que expusieron las granjas de huevo fue el que la crianza de los pollos de sexo masculino que nacen son una carga desproporcionada para sus negocios porque mantener los pollos no representan ninguna ganancia.

“La protección animal está siendo subordinada a los intereses económicos”, dijo Thomas Schröder, director de la Federación Alemana de los Derechos de los Animales. “Esto es inaceptable dado el objetivo del gobierno de proteger a los animales”.

Por su parte, el ministro del medio ambiente de Renania del Norte Westfalia, Johannes Remmel, dijo al conocer el fallo que se trataba de una “amarga derrota a los derechos de los animales en Alemania”. “Es claro que la decisión de hoy solo tiene fundamentos legales formales y no es un pase libre para las prácticas de la industria del huevo”.

Si bien a nivel federal el gobierno no ha querido hacer frente a estas prácticas prohibiendo el aplastamiento de los animales, Alemania se ha convertido en el primer país en establecer que las granjas deben contar con para 2017 con la tecnología necesaria para determinar el sexo del animal antes de la eclosión y destruirlo en ese momento, para tratar de evitar sufrimiento innecesario. Si bien no se evita la crueldad, es, por lo menos, un avance en contra de la práctica de aplastamiento que es habitual en la mayoría de las productoras de huevo en el mundo y en el que México no es la excepción.

En este artículo, Peta Latino expone 21 cosas que la industria del huevo no quiere que veas.

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