BBC expone “errores en el papeleo” de importación en Estados Unidos de BrewDog, cervecería artesanal líder en el mundo
Una investigación de la BBC reveló que la cervecería escocesa BrewDog, fundada en 2007 como una cervecería “punk”, hizo varias exportaciones a los Estados Unidos de bebidas con ingredientes no permitidos en ese país, haciendo declaraciones falsas en los manifiestos de importación.
El tema suena muy grave, pero, al parecer, James Watt, fundador de BrewDog y CEO, ha logrado que el asunto se esfume y todo indica que la empresa no será perseguida por perjurio.
En la investigación, empleados de la fábrica en Ellon, Escocia, revelaron que entre 2016 y 2017 estuvieron bajo mucha presión para enviar cargamentos a Estados Unidos de las marcas de cerveza Elvis Juice y Jet Black Heart, que contienen extractos que en Estados Unidos no han sido aprobados para el consumo.
En Estados Unidos, la autoridad encargada de supervisar la importación de las bebidas alcohólicas es el Alcohol and Tobacco Tax and Trade Bureau (TTB). Esta entidad debe verificar la información del producto y aprobar el etiquetado con el que ingresa al mercado estadunidense.
Si el producto tiene ingredientes poco usuales, como saborizantes o extractos, se deben declarar para aprobar el etiquetado en que se haga referencia a estos ingredientes. Este trámite se realiza antes del embarque de la cerveza y se trata de un proceso que lleva meses en ser completado.
Cabe señalar que estos ingredientes deben estar aprobados por la FDA, organismo que aprueba alimentos y medicamentos, como aptos para el consumo humano para que puedan ser comercializados. Las cervezas Elvis Juice y Jet Black Heart no pueden ser vendidas en Estados Unidos por tener ingredientes no aprobados.
Las solicitudes de permisos de importación fueron tramitadas por empresas importadoras con domicilio en Estados Unidos con la información que BrewDog proporcionó, pero que, según la investigación de la BBC, contenía datos falsos. Por lo menos en cinco ocasiones se entregó información falsa en un periodo de seis meses, lo que significa que cientos de barriles de cerveza fueron comercializadas con un etiquetado incorrecto, infringiendo las disposiciones del TTB. Esta información falsa podría haber sido perseguida como el delito de perjurio.
“Cometimos algunos errores con el papeleo en los primeros envíos [a EEUU]... todos los impuestos se pagaron en su totalidad, pero el papeleo no fue siempre correcto", escribió James Watt en su perfil de LinkedIn bajo el título Mis errores más grandes como CEO de BrewDog. "En retrospectiva, hubo descuidos... debido al hecho de que estábamos tratando de administrar un negocio en crecimiento en un lado del Atlántico y comenzar un nuevo negocio en el otro".
En esta publicación, el fundador de la cervecería dijo que la empresa informó de la situación al TTB y que el organismo le respondió que no se tomarían medidas adicionales sobre el tema. Es decir, borrón y cuenta nueva.
La razón de esto, parece ser, es que las acciones que puede tomar el TTB prescriben en tres años. Además, de haberse tomado medidas en contra de alguien hubiera sido en contra de la empresa importadora y no directamente de BrewDog.
Las importadoras han declarado que se sienten traicionadas por la cervecería, pero no sabemos si ese sentimiento sea suficiente para dejar de hacer negocios con la escocesa. Por otro lado, James Watt dijo que el abogado que consultaron les dijo que por los errores es muy probable que no se pierda la licencia de importación.
BrewDog es parte de las empresas que llegaron innovando el mercado. En su sitio web se describe como “la empresa de cerveza artesanal líder en el mundo.”
“Desde el primer día ha visto el potencial de la cerveza como una fuerza para el bien. BrewDog es un negocio ferozmente independiente y ferozmente protector de su planeta de origen. Unidos con una comunidad global de más de 200,000 Equity Punks para crear un nuevo tipo de negocio.” Se llaman Equity Punk porque se financiaron a través de crowfunding en lo que se conoce como el movimiento de democratización de las inversiones.
Esta empresa punk, pese a sus intenciones de cambiar el mundo, en 2017, como toda gran corporación, amenazó a un pequeño pub con una demanda por infracción de marca. Cuando el asunto trascendió y les generó mala publicidad, Watt echó la culpa a los abogados.
“Aunque usan trajes y usualmente son muy sensibles, los abogados algunas veces se ponen un poco locos y olvidan el tipo de negocio que somos y cómo nos comportamos. Ellos están apenados por sus acciones y los hemos puesto en el servicio de lavado por una semana”, escribió Watt en un comunicado.
El dinero en estas empresas parece terminar siempre con las buenas intenciones de honradez, cambios positivos del mundo y “democratización”.
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