La comisión laboral australiana, Fair Work Commission, concluyó este lunes que un empleado de la petrolera BP que fue despedido injustamente por compartir un meme sobre Hitler, debe ser compensado con casi 200,000 dólares australianos por salarios caídos.
Se trata de Scott Tracey, un trabajador de una refinería de BP que en 2018, durante la renegociación del contrato colectivo de trabajo compartió con sus compañeros un meme en el que aparece una imagen de la película alemana de 2004 Downfall en la que el actor Bruno Ganz representa a Hitler durante sus últimos días de vida en Berlín. En el meme había una leyenda en inglés sobre las negociaciones. Este meme fue causa para que la empresa lo despidiera.
En septiembre de 2019, Fair Work Commission falló en contra de Scott Tracey al concluir que el despido había sido justificado porque con el meme se había burlado de sus jefes. Sin embargo, la decisión se revirtió cuando el pleno de la comisión laboral coincidió con la defensa del trabajador de que todo el asunto no había sido más que un chiste. Esta decisión fue confirmada por el Tribunal Federal.
A partir de esa resolución se decidió la reinstalación del trabajador en su puesto de trabajo y desde marzo, después de casi dos años de litigio, Scott Tracey regresó a BP a trabajar. Solo quedó pendiente determinar la cantidad que le debía ser pagada por la empresa.
Los abogados de BP argumentaron que de los salarios devengados por el trabajador mientras estuvo ausente, se debían descontar 150,000 dólares australianos porque, aunque la falta no debió haber sido sancionada con el despido, sí merecía algún tipo de sanción. Además, señalaron que Scott Tracey pudo haber encontrado otro trabajo mientras su caso estuvo pendiente de resolución.
La Fair Work Commission decidió, sin embargo, que no había evidencia de prospectivas de trabajo de Scott Tracey que contradijeran su reclamo y que por la falta de conducta solo se habría justificado algún descuento al salario que hubiera ganado de una promoción potencial.
De esta forma, los comisionados ordenaron a BP a pagar al trabajador 177,324.93, menos impuestos, por salarios caídos incluyendo bonos, más 24,069.99 por el fondo de jubilación.
En este caso, Scott Tracey estuvo representado por el sindicato Australian Workers Union West Australian, cuyo secretario Brad Gandy declaró respecto de esta decisión que estaban complacidos, pero “no compensa por el completamente innecesario drama y dolor al que el señor Tracey fue arrastrado.”
“Esperamos que esto marque el final de un verdaderamente poco edificante capítulo en la historia administrativa de BP”, declaró Brad Gandy. “Empujar y arrastrar a un trabajador honesto por casi dos años de angustia e incertidumbre, todo porque unos pocos arrogantes no entendieron el chiste, es un comportamiento corporativo deficiente.”
Para algunos analistas esta decisión podría arrojar un poco más de claridad sobre las causas de despido por declaraciones de los trabajadores, pues en fechas recientes muchos han visto terminadas sus relaciones de trabajo por manifestar ideas políticamente incorrectas o contrariar el punto de vista empresarial sobre algún tema sensible, pero ajeno al trabajo.
Más información smh.au.com
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