Casa en construcción

 

El Buró Nacional de Investigaciones de Finlandia, NBI, concluyó una investigación preliminar en el sector de la construcción en el que señalan a nueve empresas por la probable comisión de varios delitos financieros entre 2014 y 2017, además de la sospecha de un amplio esquema de evasión fiscal en la industria de construcción en Helsinki.

Los investigadores estiman que durante el plazo mencionado de 2014 a 2017 la facturación total de las empresas fue de unos 10 millones de euros.

Kai Käkelä, quien dirige estas investigaciones que empezaron en 2017 después de la detención de varios presuntos responsables, declaró que se sospecha que las nueve empresas no pagaron todos los impuestos debidos y cuotas a las pensiones de los empleados.

“Las empresas también son sospechosas de haber pagado a los trabajadores por debajo de la mesa y de haber presentado facturas a otras empresas para recibir una compensación”, declaró Käkelä.

De esta forma se sospecha que con aprobación de los directivos, estas empresas actuaron como subcontratistas en varios sitios de construcción y que dejaron de pagar alrededor de dos millones de euros en impuestos. Adicionalmente se alega que las empresas no pagaron 1,1 millones de euros en contribuciones a los fondos de pensión de los trabajadores.

Son 26 personas los sospechosos en este caso con cinco sospechoso principales. “Ellos son sospechosos de actuar como un grupo del crimen organizado”, declaró a medios locales Kai Käkelä.

Adicionalmente, las audiciones fiscales del NBI y una investigación preliminar han ayudado a identificar a 120 individuos que trabajaron fuera de la contabilidad. Además de estos, más de 200 personas no identificadas trabajaron sin registro en sitios de construcción. Según la policía muchos de estos individuos contratados por fuera de la ley son finlandeses, pero también hay estonios y rusos.

El caso ya ha sido referido a la oficina de la fiscalía en donde se está considerando presentar cargos que incluyen evasión fiscal agravada, fraude agravado al fondo de pensiones ocupacional y graves violaciones contables.

Se sospecha de otros delitos financieros incluidos el lavado de dinero y el pago de sobornos, según ha declarado la policía.

En esta investigación cooperaron con el NBI la policía y las autoridades fiscales del sur de Finlandia y según Kai Käkelä en el curso de esta se entrevistaron a más de 100 personas.

“Además de la evasión [de impuestos], uno debe recordar que la economía gris interrumpe la competencia saludable [en el mercado laboral] y, por lo tanto, causa daños financieros significativos y pérdida de ingresos para los empresarios que operan dentro de la ley", señaló el investigador del NBI.

La economía gris, conforme con información del sitio proeconomía.net, se refiere “al dinero que proviene de productos o servicios que se mueven en canales de distribución diferentes a los autorizados por los proveedores; hace referencia al dinero que las personas mueven de manera pública pero no reportada.” En este sector están los trabajadores informales “como los vendedores ambulantes, los mensajeros independientes, las trabajadoras domésticas que son contratadas por recomendación y no por alguna empresa, los limpiabotas, los choferes, vendedores de comida en la calle, en otras palabras, todos los que generen dinero y no sean informados al estado.”

Más información yle.com

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