Dicen que más pronto cae un hablador que un cojo y un abogado en Florida lo confirmará si un tribunal lo condena a pagar un millón de dólares al estudiante de derecho que lo está demandando.
La historia comenzó cuando este abogado, defendiendo el caso de una persona acusada de homicidio múltiple, dijo en una entrevista de televisión que la fiscalía planteaba un caso imposible porque su defendido, condenado a la pena de muerte, no podía haber matado a tres personas en Florida a las 17:20 horas de un día y estar al otro día en Atlanta a las 10 de la mañana porque era virtualmente imposible bajar de un avión en Atlanta y hospedarse en un hotel que está a 5 millas del aeropuerto en menos de 28 minutos. Y remató con un “Un millón de dólares a quien pruebe que estoy equivocado”.
Un estudiante de derecho que vio la entrevista decidió tomar la apuesta e hizo el recorrido que se planteaba imposible, completándolo en tiempo y comprobando que el famoso litigante de Florida estaba, en efecto, equivocado.
Con video pruebas, el estudiante solicitó el pago de la apuesta, pero el abogado no pagó por lo que el estudiante decidió demandarlo en Texas, estado natal del joven, por incumplimiento de contrato, argumentando que el abogado al lanzar su propuesta elaboró un contrato unilateral o de adhesión y que el demandante se sujetó a las cláusulas, cumpliendo con su parte del contrato al comprobar la equivocación. El abogado se defiende diciendo que no era un contrato y que no se trataba de una propuesta seria.
Pero será el tribunal quien decida si la apuesta que lanzó el abogado se trató o no de una propuesta seria y de considerar que así fue, el hablador de esta historia tendrá que pagar el millón de dólares.
Debido a este tipo de demandas es que en Estados Unidos se deben cubrir ante cualquier eventualidad y, por ejemplo, escribir en la etiqueta de los monitores de computadores que el monitor no debe ser ingerido. Quizá ahora también en las entrevistas se deba colocar la leyenda de “no todo lo que se dice debe ser tomado literalmente ya que se permiten las hipérboles o exageraciones como una forma de expresión”.
Fuente Times on Line