Un alcalde de un poblado de Texas, que ganó las elecciones y fue re-electo gracias a la buena labor que estaba haciendo, decidió no presentarse a su toma de posesión y mediante una carta explicó porque huía no solo de su pueblo, sino también de su país.
Todo se trata de una historia de amor y de la elección que este hombre tomó a favor de su “humanidad” en contraste con su profesión porque creyó que su amor se oponía a sus funciones, no tanto porque el destinatario de su afecto fuera un hombre, sino porque se trata de un mexicano que estaba ilegalmente en los Estados Unidos.
Así que dejó vacante su puesto y acéfala la alcaldía de San Angelo, su pueblo, y decidió empezar una nueva vida en México donde su pareja es legal así como él quien tiene la doble nacionalidad.
Posteriormente declaró que también temía la reacción de sus coetáneos porque Texas es un estado conservador, donde los actos sexuales entre hombres todavía eran delito en el 2003, si bien no penalizado con cárcel, sí con una multa.
El ex alcalde no descarta regresar a San Angelo, pero manifestó que lo hará cuando su pareja tenga sus papeles en orden. Además, tendrá que esperar que no le finquen responsabilidades por abandono de funciones.
Fuente El País.es