Mientras el gobierno habla de subir impuestos, por el otro lado se empieza a pensar como evadirlos, o al menos, como lograr reducir la cantidad a pagar. Y ahí es donde presenciamos lo ilimitado de la inventiva humana.
En Estados Unidos, un abogado en Nueva York, presentó su declaración de impuestos pretendiendo la deducción de $111,364 dólares en su declaración del 2002 por “sexo terapéutico”. Esta cantidad incluía la contratación del servicio de prostitutas y la compra de material pornográfico tanto de video como impreso.
Argumentaba que se trataba de sexo terapéutico para tratar su osteoartritis, así como para mejorar su disfunción eréctil mediante orgasmos frecuentes.
La oficina de hacienda no le quiso deducir estos cargos, por lo que el hombre, abogado al fin, decidió llevarlo al tribunal especializado en materia fiscal esperando sentar un gran precedente y ahorrarse muchos miles de dólares en impuestos.
El caso fue preparado diligentemente con notas de compra de su material sexual y con una relación detallada de todas sus “terapias” e incluyó también notas de compra de condones y de alguno que otro juguete sexual.
Pero el juez falló en su contra porque ningún médico había recetado la terapia de sexo, y agregó, quizá para cubrirse por si algún médico empezaba a recetar estas terapias, que en el estado de Nueva York la contratación de prostitutas es ilegal y por tanto no se puede deducir el consumo de “medicamentos ilegales”.
Y si bien los abogados no pueden deducir los servicios de prostitutas, a las prostitutas sí se les permite la deducción de los honorarios pagados por contratar servicios de abogados.
Fuente Times on Line
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