Saif-al-Islam, el hijo más conocido de Muammar el Gadafi, y ocho colaboradores del difunto dictador libio fueron condenados a muerte este martes por un tribunal de Trípoli, por la represión de la revuelta que puso fin al régimen en 2011.
Fue condenado por asesinato e incitación al genocidio, por lo que deberá ser ejecutado a manos de un pelotón de fusilamiento. Durante el juicio, Seif al-Islam también fue acusado de reclutar mercenarios a los que se les dio nacionalidad libia, planear y ejecutar ataques sobre objetivos civiles desde el aire, formar grupos armados y disparar a masas de manifestantes.
El grupo Human Rights Watch, con sede en Estados Unidos, dijo que el juicio estuvo "socavado por serias violaciones de proceso" y pidió una revisión independiente al Tribunal Supremo.
Se desconoce si las sentencias llegarán a ejecutarse porque después de la caída de Gadafí en 2011, Libia está envuelta en una guerra civil en la que distintas milicias luchan por el poder.
Saif-al-Islam esta en manos de una milicia en Zintan, que está aliada con el gobierno en Tobruk, reconocido a nivel internacional, mientras que la condena fue impuesta por un gobierno respaldado por milicias islamistas que han tomado Trípoli.
El hijo de Gadafí también es buscado por la Corte Penal Internacional en La Haya, donde se le acusa de crímenes contra la humanidad.
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