California, Estados Unidos, cuenta con una ley que popularmente se conoce como Parent Trigger, algo así como gatillo parental, y que es el poder que tienen las asociaciones de padres para lograr cambios fundamentales en las escuelas de sus hijos.
Leyes parecidas a ésta existen en otros estados, pero es California el estado que está más adelantado en la materia y quizá mejor organizado. De acuerdo con esta ley, si el 51% de los padres de familia de una escuela considerada de bajo rendimiento se une, pueden exigir del distrito escolar desde mejoras en la escuela, como el cambio de director o maestros, hasta el cambio o su cierre.
Una de las opciones que la ley permite es el cambio de la escuela al modelo de escuela charter. Las escuelas charter, pese a recibir dinero estatal, no están sujetas a las mismas normas y regulaciones de las escuelas gubernamentales, bajo el compromiso de cumplir ciertos resultados. Así, algunas se basan en la educación de matemáticas o de artes, siendo el impulso primordial que dan en su currículo educativo. Estas escuelas, al igual que las de gobierno, pueden recibir donativos privados para operar.
Esta ley, sin embargo, no ha sido fácil de aplicar lo que para algunos significa la resistencia al cambio.
Es el caso de la escuela McKinley en el distrito escolar de Compton, donde solo el 50% de los estudiantes egresaron de la secundaria y solo el 2% de ellos completó las clases necesarias para aplicar a una universidad pública de California.
Los padres de esta escuela reunieron el 60% de firmas, pero su petición fue recurrida en los tribunales por la escuela bajo el argumento de que las firmas de la petición no estaban fechadas.
A una siguiente solicitud de firmas, muchos padres de familia ya no lo hicieron, muchos de ellos por la amenaza de ser deportados de firmarla por lo que ya no se ha podido conseguir el 51% de las firmas. Sin embargo varios padres de familia siguen luchando por el cambio de la escuela al modelo charter.
Los críticos de esta ley, entre los que se encuentran los sindicatos de maestros, señalan que solo se trata de un mecanismo para que las escuelas charter tomen el control de la educación, aunque este tipo de escuelas son vistas por varios padres de familia como una mejor opción para la educación de sus hijos, sobre todo en las comunidades menos favorecidas económicamente como la de esta escuela en Compton.
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