Ronnie Biggs alcanzó notoriedad no por protagonizar una película ni por su gran voz, sino por haber protagonizado en 1963 el robo del siglo al lado de otras 13 personas, cuando asaltaron en Inglaterra un tren del correo y se hicieron de uno $4 millones de dólares, equivalentes a $67 millones actuales, en notas de banco. Durante el asalto el conductor del tren quedó gravemente lesionado.

 

Biggs fue capturado junto con los demás asaltantes y fue condenado a 30 años de prisión, pero tras cumplir 15 tras las rejas logró escapar de la prisión e iniciar una larga carrera contra la justicia británica al convertirse en fugitivo. Fue así como tras una serie de cirugías plásticas logró esconderse algunos años en Australia y luego volar a Brasil, donde vivió gran parte del tiempo.

 

Las autoridades británicas solicitaron al gobierno brasileño la extradición de Biggs, pero no fue concedida porque para ese momento él ya tenía un hijo nacido en territorio brasileño razón para negarse la extradición. Y amparado por la justicia brasileña vivió varios años de su fama como un ladrón buscado, vendiendo camisetas y autógrafos y relatando su historia a los turistas para ganar dinero.

 

Tras un secuestro y posterior traslado a Barbados y el fracaso de los esfuerzos legales por llevarlos a la Gran Bretaña, Biggs regresó Inglaterra en el 2001, enfermo y sin dinero. Fue encarcelado en una prisión de máxima seguridad aunque luego fue trasladado a una prisión para personas de la tercera edad.

 

Hoy Ronnie Biggs vuelve a ser noticia en la Gran Bretaña tras el perdón otorgado por el Ministro de Justicia, Jack Straw, debido a que Biggs, quien está cumpliendo 80 años, se encuentra hospitalizado afectado por una severa neumonía, sin poder hablar ni caminar y con un estado de salud que va deteriorándose y del cual suponen que no se recuperará. Sobre bases humanitarias fue otorgado el perdón a fin de que pueda morir como un hombre libre, sin estar rodeado de guardias de la prisión.

 

No se había concedido este perdón anteriormente porque Biggs no había mostrado nunca arrepentimiento. Hoy su hijo Michael, gracias a quien no fue extraditado en su momento desde Brasil, declara que su padre se arrepiente del asalto, pero no por el tipo de vida que llevó después del asalto. 

Fuente CCN.com

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