Con su fallo, una corte de Dusseldorf, Alemania, confirma que los hombres siguen teniendo derecho a orinar de pie, una costumbre que aunque tachada de poco higiénica y que les trae varios conflictos particularmente con novias y esposas, sigue siendo ampliamente usada.
El fallo se refiere a un conflicto entre un arrendador y su inquilino en el que el primero se negaba a regresar parte del depósito de 3,000 euros aduciendo que el arrendatario había dañado el piso de mármol del baño al haberlo salpicado de orina.
El fallo del juez Stefan Hank fue favorable para el inquilino explicando que aunque los hombres que orinan parados “deban esperar ocasionales diferencias con compañeros, especialmente mujeres”, no pueden hacerse responsables por el daño colateral que orinar de pie ocasione.
“Pese a la creciente domesticación de los hombres en este asunto, orinar de pie sigue siendo una costumbre generalizada”, escribió el juez en su fallo.
Aunque parece ser un uso milenario, en algunos países se está tratando de reeducar a los hombres para que poco a poco vayan eliminando la generalizada costumbre de orinar de pie y mejor tomen asiento. Así, en algunos baños públicos en Alemania hay letreros en los que se prohíbe orinar parados, aunque para algunos orinar sentados es algo poco varonil.
En Taiwán hubo el llamado del ministro de medio ambiente para incrementar las medidas de higiene en los baños públicos, invitando a sus compatriotas a tomar asiento al orinar, imitando a japoneses y suecos quienes, al parecer, ya han incorporado la higiénica costumbre de sentarse para evitar las salpicaduras y los consecuentes olores desagradables en los baños.
Más información Theguardian.com
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