La semana pasada, la juez Karen Fergus del Tribunal Civil de Circuito de Tullamore, Irlanda, aceptó el acuerdo al que llegó la junta directiva de una escuela con un alumno, ahora de 14 años, por el tratamiento que le dieron al haberlo señalado como culpable de robo de dinero a maestros.
La abogada Eileen McAuley en representación del adolescente Luke Hanlon y de su madre Marie Hanlon, explicó que en abril de 2018 cuando el director de la Escuela Nacional Saint Joseph de Borris-in-Ossory, condado de Laois, tuvo conocimiento que de la sala de maestros habían robado una fuerte cantidad de dinero, reunió a los alumnos de 5º y 6º años y después de 3º y 4º para contarles lo sucedido y pedirles que en una hoja de papel escribieran el nombre de la persona que ellos creían que era culpable del robo.
De esta “encuesta” se desprendieron dos nombres, uno de ellos el de Luke, entonces de 12 años, quien fue llamado a la dirección para ser interrogado. Su madre, Marie también fue llamada por el director. De esta reunión, según expuso la abogada McAuley, la madre supo de boca del director que no había ninguna evidencia en contra de su hijo y conoció el método usado para tratar de establecer la responsabilidad del robo de dinero a su hijo.
Luke se sintió señalado y humillado por una acción que no había cometido y por vergüenza y enojo dejó de asistir a la escuela durante 10 semanas, perdiéndose la graduación de la primaria. Ahora Luke está en la secundaria y su madre declaró que está bien.
En su defensa, la escuela declaró que, aunque hicieron la “encuesta”, nunca señalaron en público a Luke ni lo acusaron directamente del robo. Sin embargo, frente al pésimo manejo de la situación decidieron entregar una disculpa por escrito a Luke apenas en mayo de este año y llegar a un acuerdo con la familia para que se desechara la demanda.
En esta disculpa el director de la escuela y el subdirector que intervino en la situación se lamentaron de lo sucedido y reconocieron que Luke es un joven honesto e íntegro. De esta forma, ofrecieron disculpas por cualquier humillación, angustia o vergüenza que le hubieran ocasionado por lo sucedido.
Al aceptar el acuerdo entre las partes, la juez Fergus dijo haber leído la documentación presentada por la abogada de los Hanlon y que estaba “horrorizada” por la forma en la que el adolescente había sido tratado por la escuela y que las circunstancias en las que el director había investigado los robos eran increíbles. Señaló que, aunque ninguna cantidad de dinero podía cambiar lo que había vivido la familia, la oferta hecha era una razonable y de esta forma aceptó el acuerdo mediante el cual la escuela pagó 20,000 euros a la familia Hanlon.
La gran pregunta es si el director sigue al frente de la escuela y de ser así, si, por lo menos, lo enviaron a un curso de asertividad.
Más información irishtimes.com
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