Mano con guante blanco Manmano con guante blanco mostrando pequeño vial con sangre

La empresaria que vendía estudios de laboratorio con una pequeña muestra de sangre, entra a prisión, no quienes siguen lucrando con la mentira

Esta semana ser anunció que Elizabeth Holmes empezará a cumplir a finales de este mes su sentencia de 11 años de prisión. Esta mujer de 39 años, fue declarada culpable de fraude por las actividades de la empresa que fundó, Theranos, que vendía máquinas que supuestamente hacían estudios de laboratorio a partir de una pequeña cantidad de sangre.

Mientras Elizabeth Holmes, hoy madre de una niña y en espera de un segundo hijo, tocaba puertas en Silicon Valley vendiendo su maravilloso invento, nadie se cuestionó si podía ser verdad que a partir de un poco de sangre, tomada sin necesidad de jeringas, a las que ella decía sentir mucha aversión, se podían hacer varias pruebas de laboratorio para diagnosticar enfermedades. Quizá la mentira se creyó por las visiones futurísticas que aseguran que con el desarrollo de baños “inteligentes”, quien lo instale en su casa podrá conocer si padece alguna enfermedad con la primera orina del día.

Mucho podemos hablar del proceso a Elizabeth Holmes, de las primeras empresarias de tecnológicas en ser condenada por fraude, aunque no la única en haber cometido fraude o haber engañado inversionistas. La diferencia radica en que ella es mujer y los demás, hombres.

El tribunal negó a Elizabeth Holmes la petición de no ingresar a prisión mientras está en proceso la apelación de la sentencia. Siendo madre de una niña pequeña y en espera de un bebé, hubiera sido lo más plausible. Sin embargo, esta petición fue negada hace un par de días y se fijó el 27 de abril como el día en que Holmes debe presentarse ante las autoridades para empezar a cumplir sentencia.

Elizabeth Holmes cometió un fraude y ha sido castigada por ello, pero, ¿qué hay de quienes siguen usando la “innovadora” tecnología de Theranos para estafar personas? Muchos de ellos siguen actuando impunes, sacando dinero de personas ingenuas y desinformadas que desesperadamente necesitan creer en milagros y se aferran a un clavo ardiendo.

El flujo de información es tal, que es muy difícil distinguir qué es verdadero y qué es falso, pero tratándose de la salud, deberíamos hacer un esfuerzo por verificar si el medicamento milagro o la tecnología vanguardista que nos venden logran lo que prometen. Creer a ciegas en una pastilla que adelgaza o una máquina que con una gotita de sangre sacada del dedo puede medir los niveles de azúcar, colesterol y niveles de leucocitos para detectar una infección, nos pone en situación de riesgo. Estoy convencida de que el infarto fulminante que mató a mi papá se debió a las cápsulas de quién sabe qué cosa que estuvo tomando los meses previos a su muerte.

La información está en la red, solamente hay que saber dónde buscarla, discriminado todo lo que ofrezca soluciones mágicas a corto plazo.

Más información abcnews.go.com

miabogadoenlinea.net

Se permite la reproducción total o parcial, citando y vinculando a miabogadoenlinea.net

Imagen de wccftech.com

Pin It