Una vez más, después de 11 años, siete meses y 16 días, se remueven las cenizas sobre la matanza de 45 personas en la comunidad de Acteal del municipio de Chenalhó, Chiapas, del 22 de diciembre de 1997.
De acuerdo con la Suprema Corte de Justicia de la Nación, 40 de los 80 presuntos responsables, son inocentes, ya que la Procuraduría General de la República, presentó testigos falsos y fabricó pruebas, entre otras irregularidades en el caso.
Así lo determinó la Corte en la revisión de los cuatro amparos que atrajo en 2008, relacionados con estos hechos, en la que sometió a estudio las diligencias que practica la policía judicial y los tribunales del orden común; los medios de investigación que tienen el Ministerio Público y los tribunales para comprobar el cuerpo del delito y la probable responsabilidad del indiciado; así como a la facultad que se refiere a que cuando la autoridad judicial lo estime necesario, podrá por algún otro medio de prueba, establecer su autenticidad.
Este dictamen será sesionado el próximo 12 de agosto.
¿Y después? ¿Qué sigue para estas 40 personas que han sido acusadas injustamente?
El Estado Mexicano debe de prepararse para hacer frente a las demandas que por daño moral seguramente promoverán sus defensores, además de la responsabilidad patrimonial a la que deberán hacer frente por la afectación que sufrieron en estos 11 años.
Fuente El Universal