Desde hace más de tres años la Confederación Nacional de Organizaciones Ganaderas y el gobierno mexicano se encuentran librando una batalla en la Organización Mundial de Comercio, OMC, en contra de la Ley de Etiquetado de País de Origen (COOL por sus siglas en inglés correspondientes a "Country Of Origin Labeling Law".)
De acuerdo a esta Ley para que un producto pueda ser etiquetado como originario de Estados Unidos, todas las fases de producción deben llevarse a cabo en territorio de ese país. Para el caso del ganado significa que el mismo debe haber nacido, crecido y sacrificado en Estados Unidos.
En caso contrario, si alguna de las etapas como el nacimiento o la crianza se realizaron en un país o países diferentes, y se sacrificaron en los E.U., se tendrá que identificar cada uno de los países pertinentes.
En las audiencias del caso, efectuadas la semana, en Ginebra, Suiza, México y Canadá presentaron sus casos. En esas audiencias Estados Unidos señaló que la COOL fue creada para dar una mejor información a los consumidores y que no ha causado ninguna discriminación o generado un efecto negativo a los productos de México o Canadá, y que el impacto que la normatividad puede tener es por una decisión de los consumidores, y no resultado de los requisitos impuestos por alguna autoridad norteamericana.
Los demandantes señalaron que la reacción del mercado no sólo era predecible, sino que esa era el objetivo cuando se propuso la COOL. El mercado norteamericano se suele distinguir por su proteccionismo, siendo tendiente a adquirir los productos norteamericanos, por lo que la COOL es una restricción encubierta al comercio para fomentar la percepción infundada de que las importaciones pueden ser inherentemente menos seguras o de menor calidad que los productos de E.U.
Mientras, la medida ha provocado una caída de $40 a $60 dólares en el precio por cabeza de ganado mexicano importadas en los Estados Unidos y ha limitado el número de los grandes envasadores dispuesto a adquirir el ganado, además, de acuerdo con esta ley, se cobra un derecho hasta de 60 dólares por cabeza por el sacrificio de animales de origen. En consecuencia, los ganaderos de Tamaulipas, por ejemplo, apenas logran exportar 70 mil de los casi 600 mil becerros que cada año producen.
Una segunda audiencia se llevará a cabo en Diciembre. El reporte final del panel arbitral esta previsto para julio de 2011.
Mientras los ganaderos luchan para que se cumpla la normativa de tratados internacionales, particularmente del TLCAN, por el otro lado el gobierno mexicano abre el mercado de los aparatos electrónicos y dispositivos médicos al haber suprimido las NOM en la materia, con los perjuicios que ello acarrea para nuestra industria y para los consumidores.
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