Iniciativa para fomentar, proteger y apoyar la lactancia materna, incorporando objetivos del Código Internacional de Comercialización de Sucedáneos de la Leche Materna
Con ocasión de la Semana Mundial de la Lactancia Materna, en la sesión del 1 de agosto se presentó en la Comisión Permanente la iniciativa de Ley para el Fomento, Protección y Apoyo a la Lactancia Materna, que pretende apoyar los esfuerzos locales que en la materia se han hecho en Nuevo León, Oaxaca, Veracruz y el Estado de México donde ya existe legislación al respecto.
La lactancia materna, pese a que es un hecho tan natural como respirar, lo hemos complicado de tal manera que cada año se celebra una semana sobre el tema para brindar información y fomentar el apoyo a las madres que desean amamantar a sus hijos, respetando ese derecho no solo en el ámbito laboral, sino desde que nace el hijo, evitando que otros tomen decisiones por madres y padres respecto de la alimentación de su recién nacido.
En la página web de la Organización Mundial de la Salud, OMS, se explica que la lactancia materna “es una de las formas más eficaces de garantizar la salud y la supervivencia de los niños. Sin embargo, contrariamente a las recomendaciones de la OMS, menos de la mitad de los lactantes se alimentan exclusivamente con leche materna.”
Debido a las constantes y eficaces estrategias de los laboratorios y empresas que venden sucedáneos de leche materna, existe la creencia de que la alimentación del bebé debe ser complementada con estos alimentos procesados que no asemejan a la calidad de la leche materna, que es alimento ideal para los lactantes. La leche materna, “[e]s segura y limpia y contiene anticuerpos que protegen de muchas enfermedades propias de la infancia. Además, suministra toda la energía y nutrientes que una criatura necesita durante los primeros meses de vida, y continúa aportando hasta la mitad o más de las necesidades nutricionales de un niño durante la segunda mitad del primer año, y hasta un tercio durante el segundo año”, nos explica la OMS.
Para evitar que las madres, padres y profesionistas de la salud tengan ideas equivocadas sobre la lactancia materna, en 1981 se adoptó en la 34ª Asamblea Mundial de la Salud, el Código Internacional de Comercialización de Sucedáneos de la Leche Materna que contiene el requerimiento mínimo necesario para proteger la salud de las madres y los lactantes ante las prácticas inapropiadas de la industria de sucedáneos de la leche materna.
México adoptó el Código y, porque no es vinculante, es decir, obligatorio, se siguen incumpliendo sus postulados con intervenciones de empresas como Nestlé en los hospitales públicos y privados para promocionar sus productos, bajo el disfraz de promoción a la lactancia materna. Este tema ha sido ampliamente documentado por la organización El Poder del Consumidor.
“Las industrias Nestlé, Danone, Abbot y Mead Jhnonson (sic) son las corporaciones que tienen mayor financiamiento, patrocinio y oferta de eventos dirigidos a profesionales de la salud, y por ende han incurrido en violaciones al Código Internacional de Sucedáneos de Leche Materna. Los eventos que se documentaron iban dirigidos principalmente a médicos generales (35%) y nutriólogos (29%), pediatras (18%), neonatología, perinatología y enfermería (6%) y estudiantes nutrición (6%)”, declaró Christian Torres, coordinador del área de Conflicto de Interés e Interferencia de la Industria de El Poder del Consumidor, en conferencia organizada por esta asociación.
Lo anterior es importante porque, como declaró en esa conferencia la doctora Sonia Hernández Cordero, directora del Instituto de Investigaciones para el Desarrollo con Equidad (Equide) de la Universidad Iberoamericana, “[l]os profesionales de la Salud son la principal fuente de información sobre salud y alimentación durante los primeros años de vida y, por ende, pueden desempeñar un papel fundamental en la promoción, protección y apoyo a la lactancia materna. Si proporcionan una orientación inexacta o tienen percepciones negativas sobre la lactancia pueden minar la confianza de las madres y hacer que cuestionen el valor de esta”.
La lactancia materna es un derecho humano desde varios puntos de vista: el derecho a la salud, a la alimentación nutritiva, suficiente y de calidad, a la libertad de decisión sobre la familia, el libre desarrollo de la personalidad. En la Ciudad de México, sin embargo, con la reforma del 24 de marzo de 2023 al inciso C del artículo 9º de la Constitución, se estableció expresamente como un derecho humano de los infantes y de las madres.
En el segundo párrafo del numeral 1 se lee: “La lactancia materna forma parte integral del derecho a la alimentación y a la nutrición. Constituye un derecho de la niñez al ser un medio idóneo que le asegura una adecuada nutrición, al tiempo que favorece su crecimiento y desarrollo físico, cognitivo y emocional, previniendo enfermedades; además, permite a las madres ejercer su derecho a la salud y a decidir sobre su cuerpo.”
Este último derecho de las mujeres se inscribe en el derecho a vivir una vida libre de violencia, que incluye la violencia obstétrica.
A nivel federal, la lactancia materna está regulada en el artículo 64, fracción II de la Ley General de Salud que obliga a las autoridades sanitarias a establecer acciones de orientación y vigilancia institucional, capacitación y fomento para la práctica de la lactancia materna y amamantamiento.
El artículo 98 del Reglamento de la Ley General de Salud en Materia de Prestación de Servicios de Atención Médica, dispone que el personal responsable de los servicios de cuna y similares de un hospital con atención ginecobstétrica, estará obligado a fomentar la lactancia materna.
Por su parte, el artículo 146 del Reglamento de Control Sanitario de Productos y Servicios establece que en las unidades de atención médica no se podrá promover el empleo de productos alimenticios que sustituyan a la leche materna, a menos que el estado de salud del niño o la madre lo requiera.
En la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes se dispone en el artículo 50 que las autoridades de los diferentes niveles de gobierno se coordinarán para la promoción de la lactancia materna y garantizar el conocimiento de sus ventajas.
Finalmente, existe la NOM-007-SSA2-1993 que promueve la lactancia materna.
Además de programas institucionales que refuerzan la importancia de la lactancia materna, las Guías alimentarias para la población mexicana 2023 indican que durante los primeros 6 meses de vida, los bebés necesitan solo la leche materna y después leche materna junto con otros alimentos nutritivos y variados hasta por lo menos los 2 años de edad.
En la iniciativa de ley presentada esta semana por el diputado Emmanuel Reyes Carmona se cita la Encuesta Nacional de Nutrición y Salud (ENSANUT) 2021 y 2022 según la que, pese a los esfuerzos, solo 33.6% de los niños y niñas menores de 0 a 5 meses reciben lactancia materna exclusiva y únicamente el 45.1% continúa lactando al año de edad. “Se ha estimado que en México las bajas prácticas de lactancia materna provocan cada año más de 3.8 millones de casos de enfermedad entre infantes, más de 5,700 muertes infantiles y cerca de 1,700 muertes prematuras en mujeres que podrían evitarse, lo que representa un costo de más de 200 mil millones de pesos anuales por gastos de atención en salud y pérdida de productividad (29% del gasto público en salud en 2020). Además, las familias gastan cerca de 5,082 millones de pesos por la compra de fórmula infantil cada año.”
Son múltiples factores los que inciden en esta baja tasa de bebés que se alimentan exclusivamente con leche materna y la iniciativa que se presentó aborda esencialmente dos de ellos: la falta de información oportuna y adecuada, y la publicidad de los fabricantes de sucedáneos de leche materna.
De esta forma, el artículo 2º propone establecer que:
“Todas las niñas y niños tienen derecho a la lactancia materna en condiciones que garanticen su vida, nutrición segura y suficiente, salud, crecimiento y desarrollo integral. Todas las madres tienen derecho a conocer y recibir información, asesoría y educación oportuna sobre lactancia materna desde la etapa prenatal, incluyendo los derechos que tienen las mujeres trabajadoras lactantes. Asimismo, a amamantar a sus hijas e hijos sin ningún tipo de restricción, incluso en espacios públicos si así lo desean o sus hijas e hijos lo requieran. El padre del lactante, la pareja o el acompañante que la mujer decida tiene el derecho a estar presente durante las asesorías y educación prenatal, recibiendo información y educación relacionada con la lactancia materna. Es obligación del Estado garantizar y generar las condiciones para el ejercicio de este derecho incluyendo la licencia de maternidad y paternidad. La familia, la comunidad, los patronos y las organizaciones privadas también tienen la obligación de garantizar el derecho de las mujeres y de las niñas y niños a la lactancia materna.”
Como parte de este derecho, la Secretaría de Salud queda obligada a cumplir y hacer cumplir las disposiciones del Código Internacional de Sucedáneos de Leche Materna para evitar que sus prácticas de ventas incidan en la decisión de las madres, padres y profesionistas de la salud.
En esta iniciativa se entiende como sucedáneo de leche materna “[t]odo alimento comercializado o de otro modo presentado como sustitutivo parcial o total de la leche materna, sea o no adecuado para ese fin, incluyendo las fórmulas infantiles, fórmulas especiales, fórmulas de crecimiento y seguimiento u otros productos de origen lácteo, alimentos y bebidas, incluida el agua. Las regulaciones y prohibiciones previstas en la presente Ley para los sucedáneos de la leche materna se entenderán aplicables, en lo pertinente a las mamilas o los biberones, chupones y chupetes, así como las fórmulas lácteas destinadas al consumo durante el embarazo.”
La iniciativa dispone aspectos para el reconocimiento de los derechos de infantes y madres y el fomento, apoyo y protección a la lactancia materna.
No se trata de ninguna forma el obligar a las mujeres a amamantar a sus hijos, eso supondría también un tipo de violencia, sino de proporcionar toda la información, apoyo y seguridad para que lo puedan hacer si así lo deciden libre e informadamente.
Esperemos que el próximo año que celebremos la lactancia materna, en México hayamos avanzado en varios aspectos para garantizar este derecho humano, que también es un tema de salud pública.
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