Se presentó un amparo para proteger reserva de cenotes en Yucatán, que se suma al que existe en contra de mega granja porcina en el estado
En el Juzgado 4º de Distrito de Yucatán, el Colectivo Kanan ts'ono'ot (Guardianes de los Cenotes), presentó un amparo en el que, argumentando la violación al derecho humano a un medio ambiente sano y al agua, se está procurando la protección de la Reserva Estatal Geohidrológica Anillo de Cenotes, que provee el 42 % del volumen de agua dulce a Yucatán y el 19 % de toda la Península.
Se trata de una acción legal que está cercanamente vinculada con las grandes granjas de cerdos que operan en el territorio y que desde hace años han estado siendo combatidas por habitantes de los municipios de Homún, Izamal y Kinchil, precisamente porque en la operación no solamente utiliza un alto volumen de agua, sino que, al no tener los mecanismos adecuados de disposición de desechos, contaminan los mantos acuíferos, además del aire.
La Reserva Estatal Geohidrológica Anillo de Cenotes cuenta con unos 1,200 cenotes que se distribuyen en 53 municipios, en los que habitan el 57 % de la población estatal y se aprovecha el 41 % de agua de todo el estado.
Son estas aguas subterráneas el principal abastecimiento en la Península de Yucatán para satisfacer sus necesidades de uso doméstico y para las actividades productivas. De esta forma, en toda la Península, el suelo es la fuente fundamental de abastecimiento disponible de agua.
El suelo del estado de Yucatán es altamente pedregoso (kárstico o cártisco), por lo que se filtran fácilmente los contaminantes desde la superficie hasta las aguas subterráneas. La pérdida de vegetación por diferentes causas, ha ocasionado la pérdida del suelo y, al quedar expuesta la roca caliza, el proceso natural de precipitación e infiltración arrastra hacia los acuíferos subterráneos, no solo el agua, sino también los contaminantes que se encuentren en la superficie. De aquí surge la necesidad de proteger los cenotes que son pozos naturales o sumideros.
Según información del Colectivo Kanan, en Yucatán están asentadas 353 granjas porcinas de las 507 registradas por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Semarnat, y apenas 13 cuentan con autorización de Manifiesto de Impacto Ambiental, lo que arroja que está actividad agropecuaria no sea sustentable, no esté regulada y menos supervisada.
Por tales razones, el 28 de septiembre de 2018, niños y niñas mayas del municipio de Homún, representados por sus madres y apoyados por la ONG Indignación, presentaron una demanda de amparo en contra de la ejecución, operación e inicio de actividades de la mega granja propiedad de Producción Alimentaria Porcícola, Sociedad de Producción Rural de Responsabilidad Limitada de Capital Variable, conocida como PAPO, por sus siglas, señalando como autoridades responsables al gobierno de Yucatán, a la Secretaría de Desarrollo Urbano y Medio Ambiente estatal y al municipio de Homún.
En este asunto, que llegó a la Suprema Corte de Justicia de la Nación, SCJN, y que no ha concluido, se concedió la suspensión de la fábrica en 2018, confirmada en abril de 2022 por el juez Segundo de Distrito, Rogelio Leal Mota.
La representante del amparo promovido por niñas y niños mayas en Homún, y del presentado a principios de mes para proteger la Reserva Anillos de Cenotes, es la abogada Lourdes Medina Carrillo, quien explicó en conferencia de prensa celebrada la semana pasada en Mérida, que lo que se busca con el reciente amparo es que los cenotes de este territorio sean declarados sujetos de derecho para que las comunidades sean sus guardianes y defensores. Esto evitaría que el gobierno, en sus tres niveles, aprueben sin consentimiento de la comunidad, proyectos inmobiliarios, porcinos y turísticos.
De momento, los promoventes obtuvieron la suspensión provisional y la audiencia incidental en la que podría concederse la suspensión definitiva, está prevista para celebrarse el 27 de marzo.
Paralelamente a este asunto, en la sesión de este 23 de marzo en el Senado de la República, se presentó una la Proposición con Punto de Acuerdo por la que se exhorta a diversas autoridades federales y de Yucatán para que presenten informes detallados sobre los permisos de funcionamiento otorgados a las granjas porcinas en las zonas de protección, restauración y conservación, en especial en el municipio de Homún, Yucatán.
La Proposición fue presentada en noviembre de 2022 por el senador Raúl Paz Alonzo, quien señaló que se calcula que el 70 o 75 % de los cenotes, aproximadamente entre, 7000 a 8000 de acuerdo con la Secretaría de Desarrollo Urbano y Medio Ambiente, presentan bacterias provenientes del lavado de letrinas o la actividad porcina, entre otras.
En su documento, el senador Paz explicó que “la producción industrial de cerdos en estas granjas ha ocasionado la extracción de grandes cantidades de agua del subsuelo, misma que utilizan para limpiar las jaulas; esta agua, aunque pasa por los biodigestores, finalmente la regresan al monte o a la selva en un sistema de riego, y esto ocasiona formación de lagunas de agua contaminada con excretas y orina de cerdo, pero en grandes cantidades. Esta agua residual se filtra inmediatamente al manto freático y de no detener esto, en pocos años la región se verá afectada seriamente.”
En ese documento y en la Proposición presentada ayer al Senado por la Comisión de Agricultura y Ganadería, Pesca y Desarrollo Rural, se exhorta a la secretaria de Desarrollo Sustentable de Yucatán, Sayda Melina Rodríguez Gómez, para informe sobre los permisos que se han otorgado para la apertura de granjas porcinas en el estado, solicitando “un informe detallado de la reapertura de la empresa Producción Alimentaria Porcícola ‘Papo’ o mega granja porcícola -ubicada en el municipio de Homún- en el cual se explique el cumplimiento de los límites máximos permisibles de descarga de contaminantes por parte de la empresa.” Sin embargo, hasta donde pude indagar no ha habido tal reapertura porque el amparo en cuestión no se ha resuelto. Así se infiere también de la información expuesta por la abogada Lourdes Medina, en la conferencia de prensa reportada por el Diario de Yucatán, sobre el amparo presentado por el Colectivo Kanan:
"Con la visibilización del conflicto que hubo en Homún por la construcción de una mega granja, que está cerrada por mandato de un amparo, salió mucha información científica que demuestra que estamos en un suelo kárstico que es altamente proclive a la contaminación de los cenotes por la actividad porcícola, cultivos y desarrollos inmobiliarios, principalmente turísticos".
Este tema tiene una arista más y se refiere a la denuncia que el colectivo La Esperanza de Sitilpech, hizo esta semana de que la Fiscalía de Yucatán ha vinculado a proceso a ocho de sus integrantes por daños a las vías de comunicación en pandilla, derivado de una protesta multitudinaria en Mérida en contra de la granja del grupo Kekén que opera en el municipio de Izamal, en la que hay casi 50 000 cerdos. Este asunto fue reportado por el medio piedepagina.mx.
El 22 de marzo se celebró el Día Mundial del Agua, recordando los problemas que derivan de la falta de agua y lo alejados que estamos del Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 6 de la Agenda 2030, sobre la promesa de acceso a todos los habitantes del planeta a agua y saneamiento gestionados de forma segura para 2030.
El tema de la contaminación de los cenotes es uno muy grave. No se queda exclusivamente en el tan polémico tema del Tren Maya, y pasa, como se demuestra en este asunto, por la responsabilidad de todos los que consumen carne de cerdo. Así que todos podríamos apoyar estas acciones a favor del medio ambiente en Yucatán, disminuyendo, por lo menos, el consumo de jamón, salchichas y platillos preparados con carne de cerdo como la cochinita pibil, pero ya sé, es más fácil quejarse y protestar que comprometerse cambiando hábitos alimenticios.
Más información senado.gob.mx /diariodeyucatan.mx
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