Pese a que la reforma electoral es un tema de gran trascendencia, los ciudadanos no podemos opinar directamente sobre el tema mediante consulta
En las últimas semanas, la propuesta de reforma electoral ha servido a uno y otro bando político para mover voluntades conforme con sus intereses políticos. Se trata de un tema tan trascendental para la vida democrática de nuestro país, que no debería estar debatiéndose en redes sociales respecto del poder de convocatoria de una y otra postura, sino en las urnas.
Si bien desde 2012 las y los mexicanos tenemos el derecho de ser consultados respecto “de asuntos de gran trascendencia nacional”, desde que se presentaron las iniciativas de reforma constitucional al artículo 35, la materia electoral quedó fuera de la posibilidad de ser consultada a la ciudadanía.
La reforma electoral de 2012, encuentra sus antecedentes en varias reformas presentadas en el Senado de la República. Todas estas propuestas fueron analizadas y debatidas en las Comisiones Unidas de Puntos Constitucionales, de Reforma del Estado, y de Estudios Legislativos, para presentar al Pleno del Senado el proyecto de decreto por el que se reforman y adicionan diversas disposiciones de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en materia de reforma política.
Este proyecto incluyó la figura de consulta ciudadana, como un mecanismo de participación directa de los ciudadanos en los procesos de decisión política.
En el proyecto presentado se expuso que “estos mecanismos tienen la virtud de estimular la participación política de los ciudadanos más allá de las elecciones, al permitirles intervenir en la discusión pública de temas de relevancia nacional que ameritan un pronunciamiento explícito de los ciudadanos que corre paralelo al debate y a las decisiones que se adoptan por los órganos representativos del Estado, en primer lugar, las instancias parlamentarias o legislativas.”
Pese a las bondades de este mecanismo de participación de los ciudadanos, expuestos en el documento, desde un inicio se dejó fuera de posibilidad de consulta la materia electoral.
“En relación con los temas sobre los que pueden versar las consultas populares, se considera pertinente establecer ciertas materias en las cuales no procede este tipo de ejercicios y que se asume están reservadas, en cuanto a la capacidad de decisión, exclusivamente a la competencia de las Cámaras del Congreso de la Unión, conjuntamente o de manera exclusiva de alguna de ellas de conformidad a lo dispuesto por la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Esas materias, en las que no procede la realización de consultas populares son: la electoral, los ingresos y gastos del Estado, la seguridad nacional y la organización, funcionamiento y disciplina de las Fuerzas Armadas.”
Esta iniciativa, con reservas y propuestas de reforma, fue aprobada por la Cámara de Senadores el 27 de abril de 2011. Enviada a la Cámara de Diputados, fue devuelta con observaciones. Revisadas y aprobadas las modificaciones por las y los senadores el 13 de diciembre de ese mismo año, se regresó a Diputados, donde el 19 de abril de 2012, con 279 votos en pro, 19 en contra y 3 abstenciones, fue aprobada. Superado el requisito de aprobación de los estados, la reforma electoral fue publicada en el Diario Oficial de la Federación el 9 de agosto de 2012.
En estos ires y venires se agregó a la limitación de temas a ser consultados, la restricción de los derechos humanos y los principios del artículo 40 de la Constitución. Estas materias se modificaron el 20 de diciembre de 2019 para incluir más limitaciones: “la restricción de los derechos humanos reconocidos por esta Constitución y en los tratados internacionales de los que el Estado Mexicano sea parte, ni las garantías para su protección; los principios consagrados en el artículo 40 de la misma; la permanencia o continuidad en el cargo de los servidores públicos de elección popular; la materia electoral; el sistema financiero, ingresos, gastos y el Presupuesto de Egresos de la Federación; las obras de infraestructura en ejecución; la seguridad nacional y la organización, funcionamiento y disciplina de la Fuerza Armada permanente.”
¿Por qué la materia electoral siempre estuvo fuera de la consulta popular? Hasta donde he podido indagar no se explicaron las razones, así que cada uno puede llegar a sus propias conclusiones. El hecho es que, ahora que se plantea una importante reforma en materia electoral, que equivocadamente se dice que podría quitar autonomía al Instituto Federal Electoral, no tenemos forma de opinar directamente sobre el asunto y por eso las fuerzas políticas han llevado el debate a las calles, midiendo la opinión en cuadras de personas en Paseo de la Reforma en la Ciudad de México (como, siempre, asumiendo que solo importa la opinión de la CDMX), en hechos anecdóticos y no vinculantes.
¿De qué va esta reforma propuesta? ¿Desaparece el INE? ¿Le quita autonomía? El análisis lo dejo para un nuevo artículo.
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