Autoridades estatales y federales del medio ambiente investigan la posible comisión de un delito en relación con la muerte del reptil
La Procuraduría de Protección al Ambiente, PPA, de Quintana Roo recibió el lunes una denuncia por la posible comisión de un delito contra el medio ambiente por el hallazgo en la laguna de Bacalar del cuerpo de un cocodrilo de pantano, Crocodylus moreletii, hembra.
Los primeros reportes realizados en redes sociales señalaban que el animal había muerto resultado del impacto con una moto acuática que circulaba en la laguna a exceso de velocidad. Sin embargo, las investigaciones preliminares no indican que la muerte haya sido provocada por un agente externo y que el animal pudo haber muerto por causas naturales.
El cocodrilo de pantano es una de las especies listadas en riesgo en al Anexo III de la NOM-059-SEMARNAT-2010, “Protección ambiental- Especies nativas de México de flora y fauna silvestres- Categorías de riesgo y especificaciones para su inclusión, exclusión o cambio- Lista de especies en riesgo”, publicada en el Diario Oficial de la Federación el 30 de diciembre de 2010.
Por tratarse de una especie protegida, el artículo 420 del Código Penal de la Federación establece que se impondrá pena de uno a nueve años de prisión y por el equivalente de trescientos a tres mil días multa, a quien ilícitamente, dañe algún ejemplar de las especies de flora o fauna silvestres, terrestres o acuáticas en veda, considerada endémica, amenazada, en peligro de extinción, sujeta a protección especial, o regulada por algún tratado internacional del que México sea parte.
La denuncia del reptil muerto en la laguna de Bacalar fue atendida por la PPA, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente, Profepa, y la Dirección de Ecología del municipio de Bacalar.
El cuerpo de la hembra Crocodylus moreletii, de casi tres metros de largo y en edad adulta, fue trasladado a Chetumal al Colegio de la Frontera Sur, Ecosur, donde se tiene previsto practicar la autopsia para determinar las causas de la muerte. Esta autopsia se hace necesaria, según explicó a los medios Rafael Robles de Benito, director general del Instituto de Biodiversidad y Áreas Naturales Protegidas, Ibanqroo, porque no hay heridas visibles que indiquen una posible causa del fallecimiento.
El director del Ibanqroo declaró que “es un poco difícil adelantar la hipótesis de que tengan la culpa las motos acuáticas” y que en tanto no se cuente con el resultado de las pruebas que se realizan en Ecosur, “va a hacer un poco difícil adelantar hipótesis y cualquier investigación que se haga con esta información va a ser mera especulación”.
El funcionario declaró que es posible que el animal haya muerto por causas naturales. “Es tan común como que los animales como la gente se mueren por muchísimas razones, y sí, encontrar animales muertos es algo que sucede, eso no quiere decir necesariamente que haya habido una intención al rededor del asunto o haya algún involucramiento de una persona o personas en su muerte, igual es una causa natural, no lo sabemos. Estamos investigando con los colegas de Ecosur para poder tener una respuesta más sólidamente fundada en ciencia”.
Según naturalista.mx en años recientes se ha observado que existen poblaciones de cierta importancia en la Laguna de Bacalar, en la Reserva de Sian Ka´an y también se ha observado una población en Río Lagartos en Yucatán. La población de estos animales, sin embargo, no se circunscribe a la Península de Yucatán, ya que también se han encontrado poblaciones en Veracruz, San Luis Potosí y Tamaulipas.
La importancia de estos animales fue descrita por el funcionario de Ibanqroo como el “servicio de limpia” de los humedales, porque facilitan la movilidad del agua y participan en una serie de eventos que ayudan a que los humedales se mantengan saludables.
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