La SEP publicó un acuerdo que delinea cómo serán calificados los estudiantes al término de este año escolar y lo que sigue para el próximo
En la edición vespertina del Diario Oficial de la Federación se publicó el 23 de junio un Acuerdo de la Secretaría de Educación Pública, SEP, sobre la conclusión de este ciclo escolar 2020-2021 respecto de alumnos de preescolar, primaria y secundaria y que se refiere en primer lugar al proceso de evaluación de los alumnos.
Ha corrido el rumor de que la instrucción de la SEP es aprobar a todos los alumnos y promoverlos al grado inmediato superior, pero se trata de una información que no es del todo precisa. A este respecto, se hace diferencia entre los alumnos con los que se mantuvo comunicación y participación sostenida durante los tres periodos de evaluación; con los que se mantuvo comunicación y participación intermitente; y con los que la comunicación fue prácticamente inexistente. Solo el primer grupo de estudiantes, en primaria y secundaria, son promovidos al siguiente curso con calificaciones basadas en las evaluaciones y participación, con una nota mínima aprobatoria de seis.
Para el segundo grupo de estudiantes se establecen criterios que los docentes pueden tomar en cuenta para hacer las evaluaciones. Si consideran que cuentan con elementos suficientes para evaluar, pondrán una nota numérica, pero si no, establecerán la leyenda “información insuficiente”
Para el tercer grupo de estudiantes, la nota será la leyenda “sin información”.
Lo interesante del Acuerdo es que se establece un periodo extraordinario de recuperación que no pasa solo por exámenes, si no que empieza por una “valoración diagnóstica” que se realizará al inicio del próximo año escolar (2021-2022), durante el cual los docentes evaluarán a todos los alumnos, con especial énfasis en los que no fueron calificados, para establecer si necesitan un acompañamiento especial, es decir, una “regularización”, para aprobar el año escolar.
Al término de las dos semanas de la valoración diagnóstica, los docentes deberán establecer el “plan de acción” respecto de cada estudiante. Este plan podrá durar hasta la primera evaluación del nuevo año escolar o, incluso, todo el año escolar, y para efectuarlo se tomarán medidas extraordinarias como actividades adicionales, ampliaciones de horarios, tutorías personalizadas “y otras estrategias que permitan, además de la recuperación de aprendizajes del grado previo, avanzar en los aprendizajes del siguiente grado escolar.” Estas medidas serán determinadas por los docentes en cada institución educativa.
Este plan de acción lo que pretende es evitar la deserción escolar por eso “en todos los grados y niveles se priorizará un enfoque que fortalezca y asegure los aprendizajes fundamentales para garantizar la permanencia y tránsito de las alumnas y alumnos. El plan de atención deberá considerar el plan de intervención y/o el proyecto de vida en el caso de educandos con discapacidad.”
Concluido este periodo extraordinario de recuperación, los estudiantes con “información insuficiente” o “sin Información”, serán evaluados y se les entregará una nueva boleta. Incluso se prevé que las calificaciones de los estudiantes del primer grupo que están siendo evaluados este año puedan rectificarse y calificarse más alto si se comprueba que tienen mayores conocimientos a los estimados. En este caso, la rectificación debe hacerse antes de que concluya el primer ciclo de evaluación del ciclo escolar 2021-2022.
Finalmente se establece lo relativo a la asistencia a las escuelas según el semáforo epidemiológico. Así, en los estados en que esté en verde, se dispone que las autoridades escolares y educativas deberán priorizar que los estudiantes que durante este año escolar mantuvieron un nivel de comunicación y participación intermitente, o prácticamente inexistente, sean atendidos en la escuela.
Cuando el semáforo esté en amarillo, se sugiere a las autoridades escolares y educativas que organicen jornadas de atención a los mencionados grupos de estudiantes para que sean atendidos en las escuelas con un sistema de citas graduales, escalonadas y manteniendo las medidas de higiene y sana distancia, además de considerar formatos accesibles cuando se trate de educandos con discapacidad. Es decir, se debe priorizar una educación presencial en la medida de lo posible.
La situación extraordinaria del Covid-19 necesariamente implica respuestas extraordinarias y la que se ha diseñado por la SEP escapa a la forma tradicional en que se trabaja en las escuelas. Va a exigir una participación mayor de estudiantes y docentes, pero se trata, sobre todo, de evitar la deserción escolar y de tratar de que todas las niñas y niños en México tengan la oportunidad de recibir educación. Ojalá que maestras y maestros estén a la altura del compromiso que su profesión les exige en estos tiempos de reto.
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