La Alianza por la Salud Alimentaria (ASA), formada por distintas asociaciones civiles, organizaciones sociales y profesionistas preocupados por la epidemia de sobrepeso y obesidad en México, como AlConsumidor, ContraPESO, El Poder del Consumidor, Green Peace, Oxfam, entre otros denuncian que FEMSA y Nestlé violan código de la Organización de las Naciones Unidas al promocionar sucedáneos de leche materna aprovechando pandemia de COVID-19.
La pandemia también ha dado oportunidad para que muchas empresas la aprovechen para promocionarse, incluyendo a las grandes empresas de alimentos ultraprocesados y bebidas endulzadas, que hacen donaciones de sus productos.
Un ejemplo son FEMSA y Nestlé, que en alianza con Farmacias YZA, propiedad de FEMSA, lanzaron una campaña para invitar a las personas a realizar donaciones monetarias para que estas empresas pudieran donar latas de sucedáneos de leche materna (leche de fórmula) a bebés y niños en comunidades vulnerables de Veracruz y el Sureste de México.
Sin embargo ASA afirma que esta campaña viola todos los códigos y recomendaciones internacionales sobre alimentación de lactantes, niñas y niños pequeños, poniendo en peligro su salud, específicamente el Código Internacional de Comercialización de Sucedáneos de la Leche Materna, del cual México es firmante, que establece en su artículo quinto, que los sucedáneos de leche materna no deben ser objeto de publicidad ni de ninguna otra forma de promoción destinada al público en general; además de indicar claramente que los fabricantes y los distribuidores no deben facilitar, directa o indirectamente muestras de sucedáneos de leche materna a las madres, mujeres embarazadas o miembros de sus familias.
Es por eso que han presentado una denuncia ante la Secretaría de Salud y COFEPRIS en la que acusan a FEMSA y Nestlé por violaciones al citado Código y las recomendaciones de OMS/UNICEF sobre alimentación de lactantes, niñas y niños pequeños.
Las organizaciones consideran que estas empresas están aprovechándose de la pandemia de COVID-19 para posicionar sus productos, fomentando el uso innecesario de sucedáneos de leche de fórmula y poniendo en riesgo la nutrición de niñas y niños pequeños.
ASA señala que está demostrado que las donaciones de sucedáneos de leche materna en poblaciones vulnerables representan un grave riesgo ya que, además de no ser recomendables más que en condiciones especiales, no se dan las condiciones de higiene para que se preparen con agua de calidad para beber y se puedan contar con biberones esterilizados. El propio Código Internacional se estableció para evitar que empresas como Nestlé promocionaran el consumo de estos productos en poblaciones vulnerables, después de haberse demostrado que habían causado miles de muertes.
Además, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) ha emitido diversas recomendaciones sobre Alimentación de Lactantes y Niños Pequeños en situaciones de Emergencia, y recientemente, sobre COVID-19, instando a los gobiernos a no permitir donaciones de sucedáneos de la leche materna, alimentos complementarios y equipo de alimentación, incluidos biberones y tetinas, ya que se ha demostrado que las donaciones de sucedáneos de leche materna aumentan el uso de sustitutos y reducen la lactancia materna.
“El uso de biberones y el desplazamiento de la lactancia materna en una población vulnerable en Veracruz y el Sureste del país, resultante de la campaña por FEMSA y Nestlé causaría, en condiciones normales, un daño considerable a la población infantil. Sin embargo, el aprovechar la pandemia de COVID-19 para promocionar productos en un acto de simulado altruismo y en franco desacato a las disposiciones internacionales de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y Unicef, constituye un acto doloso que amerita una intervención de las autoridades de salud para evitarlo e investigarlo.
"La donación y distribución de sucedáneos de la leche materna representa una grave violación al Código Internacional sobre la Comercialización de Sucedáneos de la Leche Materna y los lineamientos internacionales para proteger la lactancia materna en situaciones de emergencia”, señaló el doctor Marcos Arana Cedeño, investigador del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán y miembro del International Baby Food Action Network Global Council (IBFAN), red que forma parte de ASA.
Por su parte, Julieta Ponce, directora del Centro de Orientación Alimentarias, comentó: “Urge para México un Plan de Alimentación en casos de emergencia con protección inmediata y especial a madres y sus hijas e hijos pequeños, esto permitiría detectar actos ilegales y potencialmente criminales disfrazados de altruismo, porque pedirle donativos a la ciudadanía para aumentar el consumo de productos ultraprocesados en poblaciones vulneradas es un mecanismo de comercialización bien conocido por algunas empresas, ganan gracias a que siempre pagan otras personas con dinero o con salud los costos de las crisis en nuestro país”.
“Si bien respetamos las decisiones de las mujeres sobre la forma de alimentar a sus bebés, es hora de que nuestro gobierno haga frente a las estrategias de marketing de las empresas de sucedáneos de leche materna y posicione la lactancia materna en todo momento, incluidas las condiciones de emergencia, como la pandemia de COVID-19 que niñas y niños pequeños también están viviendo” concluyeron señalando los miembros de ASA.
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