La Cámara de Diputados del Congreso de la Unión aprobó con 245 votos en favor y 70 abstenciones la adición de la Fracción VIII al Artículo 35 de la Ley General para la Prevención y Gestión Integral de los Residuos para disminuir el uso de popotes de plástico, pero sin prohibirlos, presentada en junio del año pasado.
La disposición se propuso para disminuir el consumo de popotes mediante acciones que promuevan los establecimientos de alimentos y bebidas, salvo si el usuario decide usarlos, así el texto a la letra dice “Fomentará acciones encaminadas a que los establecimientos de alimentos y bebidas no promuevan el consumo de popotes, salvo que el usuario así lo disponga."
Así, de aprobarse por el Senado, será obligación del Gobierno Federal, los gobiernos de las entidades federativas y los municipios, promover la participación de todos los sectores de la sociedad para evitar el uso de los popotes de plástico.
La iniciativa busca alentar el consumo responsable de productos plásticos, ya que, por ser difíciles de recolectar y degradar, aumentan el riesgo de generar contaminación en el ambiente y afectar la biodiversidad. Por ello la iniciativa no busca prohibir el uso de los popotes sino transitar a un consumo voluntario.
En la exposición se señala la necesidad de un consumo más racional e inteligente de plásticos, en particular de popotes, ya que su uso se ha hecho en forma desmedida. Los popotes se fabrican con plásticos sintéticos, principalmente de polipropileno, que aumentan el riesgo de generar contaminación en el ambiente y afectaciones a la biodiversidad cuando se convierten en residuos sólidos.
Al justificarse la iniciativa ante el pleno, el legislador Arturo Álvarez Angli, promovente de la iniciativa, sostuvo que la esencia de la propuesta es generar conciencia en la sociedad para implementar acciones sencillas que permitan disminuir los impactos negativos sobre el medio ambiente.
La problemática, precisó, no es menor. “El 95 por ciento de los popotes no son reciclables".
En el dictamen se señala que popotes no son reciclables debido a que están hechos de propileno (plástico # 5) y pueden llegar a existir casi para siempre, pues se van partiendo en pedazos cada vez más pequeños, llegando a ocasionar gran daño a todos los seres vivos. Además tienen una vida útil a veces casi instantánea al ser utilizados por una única ocasión y en ocasiones ni siquiera se usan, simplemente se desperdician.
“El gran problema de los plásticos sintéticos procedentes del petróleo, es que no pueden ser metabolizados por los ciclos de la naturaleza y tampoco pueden ser procesados para darles otra forma y ser reaprovechados al convertirlos en otros plásticos” subraya el dictamen.
En nuestro país, 95 por ciento de los popotes que se utilizan no son reciclables. En los Estados Unidos de América se consumen 500,000,000 popotes de los cuales la gran mayoría solamente se utilizan para remover el líquido en el que fueron puestos. Se estima que un ser humano durante toda su vida utiliza un aproximado de 38,000 popotes.
En México no existen cifras oficiales de cuántos popotes se desechan, sin embargo, existen estimaciones de cuánto plástico acaba en los rellenos sanitarios y tiraderos a cielo abierto en el país. Según un reporte de la Asociación Nacional de Industrias del Plástico (ANIPAC), alrededor de 12 por ciento de la basura en México es plástico. Esto equivale a aproximadamente 10 mil 350 toneladas diarias de las 86 mil 343 del total de basura que producimos, según datos establecidos por el Instituto Nacional de Estadística y Geograña (Inegi).
Ahora dependerá del Senado que esta disposición sea ley vigente y, tal vez, ya se decidirá en la próxima legislatura.
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