Después de una ardua batalla de cuatro años ante los tribunales, Friedhelm Adolfs, apodado como “el segundo alemán que más fuma después de (el ex canciller) Helmut Schmidt”, ha ganado el derecho de quedarse en el departamento que renta y de seguir fumando.
El caso llegó a tribunales cuando la arrendadora de Adolfs, hoy de 78 años de edad, quiso desalojarlo diciendo que su intensa adicción a los cigarrillos era una molestia para los vecinos y representaba un peligro para la salud.
Friedhelm Adolfs decidió combatir judicialmente la intención de su casera, habiendo perdido, sin embargo, el primer round ante la Corte de Distrito de Dusseldorf que concluyó que pese a su manera de fumar raramente ventilaba el departamento por lo que cuando abría la puerta el intenso humo llenaba los pasillos generando serios inconvenientes a los vecinos.
Sin embargo, en febrero de 2015 la Corte Federal desechó esa sentencia mediante una crítica al tribunal de Dusseldorf y ordenó que se hiciera una investigación integral de los hechos y que se repusiera el proceso.
Al examinarse nuevamente la evidencia, se interrogaron a trece testigos, los cuales se contradijeron unos a otros al responder las preguntas esenciales de cuánta molestia causaba el humo del cigarro y quién creaba la molestia. Por ello, esta vez el tribunal de Dusseldorf falló a favor del intenso fumador.
“La evidencia no ha proporcionado un panorama suficientemente coherente para que asumamos que hay un sostenido incumplimiento de los deberes como arrendatario”, señaló el juez Rolf Maurer al concluir que no había fundamento para el desalojo.
El juez enfatizó que el asunto a ser resuelto era si el comportamiento de Adolfs estaba en conflicto con sus responsabilidades como arrendatario y no sí esencialmente tiene derecho a fumar en el departamento. “Ese derecho le está conferido”, dijo el juez
El juez Maurer explicó que no se había probado que Adolfs no había mostrado suficiente consideración hacia sus vecinos y, de acuerdo con el tribunal, el desalojo sin previo aviso, como lo solicitaba la arrendadora, exige que una de las partes permanentemente incumpla el acuerdo, que en este caso podría ser si el departamento no estuviera bien ventilado o si las cenizas no fueran desechadas apropiadamente.
Tras haber escuchado el veredicto, Friedhelm Adolfs, quien ha rentado durante 40 años el departamento donde vive, dijo “ya no tengo que vivir de un día para otro, lo que es una buena noticia” y prendió un cigarrillo a las afueras del edificio judicial para celebrar su victoria.
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