En Canadá se está exponiendo el problema que el retraso en los procesos migratorios está suponiendo para varias personas, por la expedición de normas que niegan los ingresos y el tiempo de espera que suponen los procesos de apelación. Así, el periódico de Toronto The Star expone el caso de Rehnuma Yusuf, residente de 29 años, y su esposo Munim Ahsan, a quien se negó el patrocinio basado en lo que sus abogados han calificado como sesgos culturales.
Rehnuma Yusuf llegó con su familia a Canadá cuando tenía 11 años de edad. En un viaje que hizo en marzo de 2012 a Bangladesh conoció a Munim Ahsan con quien contrajo matrimonio a finales de ese mismo año. La solicitud de patrocinio de ella a él para que pudiera residir legalmente en Canadá, fue presentada a los oficiales de migración, quienes la rechazaron poniendo en duda la legitimidad del matrimonio al exponer que conforme a las costumbres asiáticas no era posible que una mujer divorciada contrajera matrimonio con un hombre menor que ella dos años.
“El funcionario tiene esta vieja idea de normas culturales y fundó su resolución en estereotipos de cómo la cultura del sur de Asia debe funcionar, pero no está basado en la realidad”, dijo sobre el caso el abogado de migración Aadil Mangalji. “Necesitamos revertir estos hallazgos perjudiciales”.
La solicitud presentada tomó 27 meses en ser revisada para terminar siendo rechazada y ahora la pareja deberá esperar otros 18 meses a tener audiencia ante el tribunal independiente de la División de Apelaciones de Inmigración, para exponer su caso.
El largo tiempo de espera se explica porque conforme a normas aprobadas en 2012 por el anterior gobierno conservador, la Oficina de Refugiados e Inmigrantes, IRB por sus siglas en inglés, disminuyó el número de solicitudes de inmigración aceptadas. De esta forma, actualmente hay 10,400 apelaciones pendientes.
Entre las razones que los abogados en la materia citan para tal retraso es la falta de nombramiento de jueces independientes en el tribunal y que los casos rechazados son cada vez más complicados lo que toma más tiempo para las audiencias.
Mitchell Goldberg, presidente de la Asociación Canadiense de Abogados de Refugiados, dijo: “Nuestros clientes ya están separados de sus cónyuges, y a veces también de sus hijos, mientras esperan más de dos años para que el patrocinio se procese. Esperan para tener fecha de audiencia de apelaciones. Aún si la apelación es aceptada, tienen que esperar otra vez el resto del proceso de patrocinio. Es simplemente inaceptable”.
Aceptando esta situación, el IRB desea reducir el tiempo de procesamiento de solicitudes a 10 meses, mientras que el tribunal, además de nombrar más jueces, planea un programa piloto de “procesos de resolución informal” y un sistema de casos en línea.
Sobre su caso, Yusuf dijo: “Hemos esperado más de dos años por la decisión del patrocinio. Ahora tenemos que esperar 18 meses por una audiencia. Puede tomar hasta otro año aún si ganamos la apelación y no hay garantías de que ganemos”.
“Hemos estado casados por cuatro años, pero no hemos podido llevar una vida matrimonial. Esto está ocasionando numerosos problemas en nuestra relación. Mi esposo piensa que yo no estoy haciendo lo suficiente para traerlo”, concluye Yusuf quien reside en Toronto.
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