El viernes de la semana pasada un padre de familia fue respaldado por un tribunal de apelaciones de Inglaterra y Gales al confirmar una sentencia de primera instancia según la cual la multa impuesta a este padre por haber llevado a su hija de vacaciones a Walt Disney World en temporada escolar, no es aplicable.
La multa fue impuesta por las autoridades del Consejo del condado de la Isla de Wight con fundamento en la Ley de Educación de 1996 de Inglaterra que sanciona con multas a los padres que por diversos motivos incumplen la obligación de enviar a sus hijos a la escuela. Impuesta la multa, si no es pagada, el padre de familia es procesado y derivado de ello se puede imponer una multa más alta o incluso sancionarlo con prisión.
De esta forma, los padres cuyos hijos se ausentan sin permiso de la escuela pueden ser sancionados con multas de 60 libras esterlinas por niño, la que puede llegar a 120 libras esterlinas si no es pagada en 21 días. Si son procesados por no pagar pueden ser multados con un máximo de 2,500 libras esterlinas o se les puede imponer sentencia de prisión por hasta tres meses.
Esta ley fue reformada en 2013 para prescribir reglas más estrictas respecto de los períodos de vacaciones, sancionando también a los padres que deciden llevar a sus hijos de vacaciones en periodos diferentes a los establecidos en el calendario escolar.
Jon Platt decidió llevar a su hija siete días de vacaciones durante la temporada escolar, pese a que el colegio no le otorgó el permiso para hacerlo por no estar incluido el ir de vacaciones en la excepción prevista en la ley de ausentismo por “circunstancias excepcionales”. Por las faltas consecutivas de la niña al colegio, las autoridades locales procedieron a multar a este padre quien, sin embargo, se negó a pagar la multa y prefirió recurrir el acto administrativo.
Una corte de magistrados local concedió la razón al padre quien presentó su caso señalando que la ley dispone que no procede la multa si la asistencia a la escuela es regular y su hija tenía un record de asistencia de 92.35 por ciento.
El Consejo local apeló la decisión señalando que los jueces no debieron haberse preguntado simplemente sobre la asistencia escolar regular de la niña, sino si había asistido regularmente durante el periodo en que estuvo de vacaciones cuando su porcentaje de asistencia fue de cero.
Los magistrados de apelaciones confirmaron la sentencia de primera instancia al concluir que no había habido errores de derecho. Así, al rechazar la apelación el magistrado Jones dijo: “No considero que queda al arbitrio de la autoridad penalizar cada día de asueto no autorizado por el simple recurso de alegar que no ha habido asistencia regular en el periodo limitado a la ausencia por vacaciones”.
El canciller de la Isla de Wight, Jonathan Bacon, dijo que este caso necesitaba que se aclarara el término “regularmente” respecto de la asistencia, pero que, contrario a ello, ha confundido aún más las cosas. Lo anterior porque el Departamento de Educación ha establecido que “regularmente” significa una asistencia de todos los días escolares.
Para Julia Robertson, una abogada que ha representado a padres de familia en casos similares, la obligación de los padres es asegurarse que sus hijos vayan a la escuela regularmente y que las autoridades locales deben tomar en cuenta la asistencia de los alumnos en su conjunto y no imponer la multa bajo cualquier circunstancia.
Sobre el tema el Departamento de Educación ha reiterado que “es un mito que faltar a la escuela aun por periodos cortos de tiempo no tiene efectos en la educación de un niño”.
“Nuestra evidencia muestra que perder en la escuela el equivalente a solo una semana al año puede significar que el niño es menos apto para obtener buenas calificaciones en sus GCSE (exámenes) lo que tiene un efecto de largo plazo en sus posibilidades en la vida”.
Más información theguardian.com
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