Burberry Group Plc ha presentado en los tribunales de Nueva York, Estados Unidos, una demanda por dos millones de dólares en contra de las tiendas J. C. Penney Co por violar su marca en un intento “deliberado e intencional” de “sacar provecho de la fuerza y la fama en todo el mundo” del patrón característico de Burberry.
En la demanda Burberry señala que ha utilizado su patrón característico de un entramado a cuadros en colores camello, blanco, negro y rojo, así como otras combinaciones de colores desde 1920 y que J.C. Penny ha estado comercializando diversos productos como bolsas, bufandas y abrigos con un diseño en blanco y negro que se asemeja al entramado a cuadros característico del patrón de Burberry.
Burberry continúa diciendo en su demanda que dicho uso no autorizado "es probable que cause, y ha causado, que los consumidores crean erróneamente que los acusados son o están afiliadas con, patrocinado por o de alguna manera conectado a Burberry, o que los productos infractores vendidos y promovidos por los acusados o bien son productos originales de Burberry, o bien, son autorizados por Burberry".
El riesgo de confusión entre los consumidores, es el argumento que generalmente se presenta en este tipo de demandas.
Asimismo se argumenta la dilución de la marca ya que los productos que comercializa de J.C. Penny son de una calidad inferior a los fabricados por Burberry.
La demanda incluye alegatos por infracción de marca, falsificación de marcas, falsa Denominación de Origen, descripciones e imágenes falsas y la dilución de la marca.
Según la demanda, J.C. Penny ha continuado con la venta de los productos violatorios de la marca de Burberry a pesar de que la empresa británica presentó una carta de cese y desistimiento.
La demanda deja en claro que la finalidad principal de la misma es que J.C. Penny deje de vender estos productos y los mismos sean destruidos.
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