El servicio noruego de bienestar infantil, Barnevernet, está bajo una intensa crítica por parte de países como Suecia, Lituania y República Checa porque los procedimientos por los cuales separan a los niños de sus familias son poco transparentes, además de no permitir la cooperación con agencias de protección a la infancia de otros países.

La crítica se ha intensificado en Suecia donde el caso de Alexandra Hasselström, una madre sueca, ha llegado a los medios tras la declaración del Consejo Nacional de Salud y Bienestar de Suecia de que no puede interceder por ella ni por ningún otro padre sueco ante el Barnevernet porque Noruega no es miembro de la Unión Europea.

A Alexandra Hasselström la autoridad noruega le quitó la custodia de sus tres hijos, Sol, Tor y Karl, en 2011 y pese a que ha apelado para que le regresen a sus hijos todos sus intentos han sido vanos. Esta madre regresó a vivir e Noruega donde empezó una nueva familia al lado de un nuevo esposo y aunque las autoridades suecas consideran que es apta para cuidar a sus hijos, el Barnevernet no lo cree así.

“No puedo encontrar ninguna convención legal o regulaciones para que estos niños regresen. Los niños ahora están en Noruega y aplican las leyes noruegas”, explicó sobre este caso Kajsa Laxhammar, abogada del Consejo Nacional de Salud y Bienestar de Suecia.

Suecia no es el único país que ha tenido problemas con los procedimientos del Barnevernet. En febrero de este año el presidente de la República Checa, Miloš Zeman, comparó al Barnevernet con los programas nazis Lebensborn cuyo objetivo era expandir la raza aria. Sus declaraciones fueron en relación con el caso de dos niños checos que fueron separados de su madre y a quienes incluso se les prohibió hablar checo en las raras visitas que le permitían hacer a la madre.

De acuerdo con Reuters, el ministerio del exterior de Lituania incluso ha emitido una guía sobre conductas a ser evitadas por sus ciudadanos para evitar atención indeseada del Barnevernet, como regañarlos con voz fuerte o llevarlos fiestas muy largas porque son conductas que pueden ser interpretadas como un mal ambiente educativo para los niños.

El abogado noruego Dag Sverre Aamodt, que representa por lo menos 50 casos en contra del sistema de bienestar infantil de su país, dice que frecuentemente el organismo no fundamenta legalmente las causas por las que retira a los niños de la custodia de sus padres.

“El Barnevernet puede criticar conductas completamente normales como que una madre abrace a su niño de dos años en su cama una mañana de domingo o que un padre haya tomado una cerveza la tarde del sábado”.

De acuerdo con el abogado, “cualquiera que está en situación vulnerable tiene pánico del Barnevernet”.

Más información Thelocal.com

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