Respecto de una controversia desatada en Canadá sobre la supuesta intervención de dos ministros de la Corte en el cabildeo del proceso de creación de la Constitución de 1982, la Corte respondió que no encontró en sus archivos evidencia sobre tal interferencia.
La supuesta intervención de los dos ministros, que hubiera roto el principio de separación de poderes, fue develada en el libro La Bataille de Londres del historiador y periodista Frederic Bastien quien obtuvo la información de documentación proporcionada por el gobierno británico.
La importancia de este asunto radica en que en 1982 se aprobó que la Constitución de Canadá pudiera ser reformada por el Parlamento canadiense sin la intervención del parlamento británico con lo que se obtuvo la total independencia del Reino Unido. Previamente la Constitución canadiense era una ley británica que, como tal, debía ser reformada por el Parlamento británico.
En el libro, Bastien expone que Bora Lakin, quien era presidente de la Corte Suprema, proporcionó información a los gobiernos británicos y canadiense sobre la legalidad de la “repatriación” de la Constitución, término con el que se define la soberanía completa de Canadá sobre la reforma constitucional. Agrega que Willard Estey, otro ministro de la corte de Canadá, informó secretamente al gobierno británico de las intenciones de la “repatriación”. De ser cierta esta información, ambos ministros hubieran actuado ilegalmente, pero además expone un delicado tema político pues la Constitución de 1982 fue ratificada por todas las provincias excepto Quebec que se opuso en lo relativo a la Carta de Derechos.
Frederic Bastien obtuvo su información de archivos británicos gracias a la ley de acceso a la información y declara que no le fue tan fácil obtener documentos del gobierno canadiense, más renuente a transparentar esta información.
A la pregunta sobre la veracidad de esta información la Suprema Corte canadiense respondió que no encontró evidencia en sus archivos, respuesta que ha incomodado al líder de la Oposición Oficial de Canadá quien opina que en tan delicado asunto la Corte debe indagar no solo en sus archivos a fin de deslindar responsabilidades.
Más información Globe &Mail
www.miabogadoenlinea.net