Debido a la presión internacional, es muy probable que a instancias del primer ministro Shinzo Abe, la Dieta de Japón finalmente ratifique durante este período de sesiones el Convenio de La Haya sobre los Aspectos Civiles de la Sustracción Internacional de Menores.
El Convenio data del 25 de octubre de 1985 y es un tratado multilateral que tiene la finalidad de proteger a los niños de los efectos perjudiciales de la sustracción y retención que traspasen las fronteras internacionales, proporcionando un procedimiento para su pronta restitución.
De los integrantes del G-8, Japón es el único país que no ha ratificado este documento internacional por lo que ha recibido numerosas presiones de parte de los otros países integrantes del mismo, a saber Alemania, Canadá, Francia, Gran Bretaña, Rusia y los Estados Unidos.
La falta de ratificación del documento ha afectado a varios padres de nacionalidad diferente a la japonesa cuyos hijos han sido separados de su lado y llevados a Japón, y que se quedan sin medios legales para reclamarlos pese a que los tribunales de sus respectivos países les hayan concedido la custodia del menor.
La ratificación del Convenio, coinciden los expertos, no cambiará las cosas de manera inmediata, pero allanará el camino para que incluso las leyes familiares en materia familiar sean modificadas en Japón.
Hasta el momento la legislación japonesa no reconoce la custodia compartida de los padres en caso de divorcio, sean japoneses o extranjeros, y los jueces terminan entregando la completa custodia de los hijos a las madres.
Es muy recurrente que las madres decidan terminar todo contacto con los padres, quienes no tienen recurso legal para exigir que les permitan derechos de visita. Ocasionalmente los jueces pueden instruir a las madres que envíen a los padres fotografías de los hijos o permitan cortas visitas periódicas, pero no hay sanción para el incumplimiento de esta orden y la policía suele no intervenir para forzar el cumplimiento de la orden judicial. Por estas razones son muy frecuentes los casos de alienación parental en el país asiático.
Este cambio de las leyes y proceder de los jueces está siendo fuertemente cabildeado dentro de Japón por grupos de padres tanto japoneses como extranjeros residentes en Japón quienes han advertido al ministro de justicia que el sistema judicial en materia familiar está funcionando mal porque los mismos jueces con sus decisiones promueven la sustracción de los menores, nacional e internacionalmente.
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