En un comunicado de prensa el reino de Arabia Saudita confronta las declaraciones de organismos internacionales sobre la ejecución de la semana pasada de una empleada doméstica y señala que la decisión judicial fue tomada conforme a las leyes y procedimientos existentes en ese país.
Se trata de la caso de Rizana Nafeek, una joven de Sri Lanka que en 2005 fue contratada como empleada doméstica por una familia saudí. A la semana de haber llegado al país, el bebé que cuidaba falleció.
De acuerdo con la ONU y el Alto Comisionado para los Derechos Humanos, Rizana Nafeek era menor de edad cuando fue detenida y sentenciada. Además acusan que la joven mujer no fue asistida por un abogado en las fases claves de los interrogatorios y el proceso, tuvo escaso acceso a un intérprete y fue agredida y obligada a firmar una confesión.
Pero el gobierno de Arabia Saudita declara que de acuerdo con el pasaporte de Rizana Nafeek ella tenía 21 años y por tanto había alcanzado ya la mayoría de edad al llegar al país y al haberse empleado.
Señalan que en el caso de esta mujer se siguieron todas las instancias procesales, desde las cortes de distrito hasta llegar a Suprema Comisión Judicial del Reino, instancia que confirmó el homicidio del bebé y por tanto la pena.
Aclaran que durante todo el proceso Rizana Nafeek tuvo el derecho de defenderse y que fue representada por abogados y apoyada por la misión diplomática de Sri Lanka en Riad, capital de Arabia Saudita.
En el comunicado el gobierno saudí expone que en cuanto la sentencia fue confirmada en la instancia final, la misma pasó al Comité de Reconciliación de la gubernatura de Riad para negociar con los padres del menor fallecido el perdón a la sentenciada ya fuera por buena fe o en aceptación de dinero. Declaran que los intentos de negociación fallaron debido a la falta de compromiso de los familiares de Rizana Nafeek. El comunicado expresa que la embajada de Sri Lanka declaró su aprecio por los esfuerzos del gobierno para negociar el perdón.
Tanto el procurador general de Sri Lanka como un funcionario de Relaciones Exteriores de ese país fueron informados sobre el procedimiento judicial durante una visita que hicieron al reino y se les informó de las fallidas negociaciones con los padres de la víctima.
Al haber fracasado la negociaciones, Rizana Nafeek fue ejecutada el miércoles de la semana pasada en cumplimiento de la sentencia que el gobierno saudí señala que es conforme a su legislación interna.
Pero no deja de preocupar a la ONU y demás organismos internacionales la imposición de la pena de muerte que en ese país árabe ha ido en aumento desde 2011.
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