William Marotta es un hombre de 46 años que hace tres contestó un anuncio en línea de una pareja de lesbianas buscando un donador de esperma. Tras algunos mensajes y unas visitas, Marotta accedió a donar su esperma con la condición de no adquirir derechos ni obligaciones como progenitor.
Pese a que William Marotta y las mujeres, Ángela de Rocha y Jennifer Schreiner firmaron un acuerdo en donde él renunciaba a sus derechos y obligaciones de progenitor, hoy el estado de Kansas, donde residen, está requiriéndole el pago de la pensión alimenticia de la niña que nació del acuerdo.
Según la ley de 1994 de Kansas, Estados Unidos, un donador de esperma no se considera padre de la criatura que nazca producto de la inseminación siempre que done su esperma a una mujer, que no sea su esposa, a través de un médico facultado para el ejercicio de la profesión.
En este caso, Marotta entregó la muestra de semen en casa de la pareja de mujeres quienes se las arreglaron para hacer la inseminación exitosamente sin ayuda de un médico.
Tras la ruptura de la relación sentimental entre Ángela de Rocha, madre biológica de una niña que hoy tiene tres años, y Jennifer Schreiner, la primera tuvo que solicitar subsidios al estado para mantener a su hija.
Cuando el Departamento de Asuntos Infantiles y Familia recibe una petición de subsidio, investigan quién es el padre del menor a fin de hacerlo responsable de la manutención. En este caso buscaron a William Marotta y solicitaron judicialmente que éste reembolsara al estado la cantidad que han entregado como subsidio a Ángela para la manutención de la niña. Además pidieron al juez que se le hiciera responsable legalmente del pago de la pensión alimenticia de la niña en lo subsecuente.
Desde el punto de vista de una abogada experta en la materia, frente a la disposición legal el acuerdo firmado por Marotta y Ángela no tiene validez pues la ley es muy clara al establecer que la donación de esperma debe hacerse a través de médico certificado, con el afán de evitar que se presenten este tipo de situaciones ambiguas.
Así, la diferencia legal entre ser padre y solo ser donador de esperma es la utilización de los servicios de un médico y al parecer William Marotta, quien probablemente solo quiso actuar como “buen samaritano” es legalmente el padre de la niña de tres años y como tal, tendrá que hacerse responsable de ella, por lo menos financieramente.
Más información Edmonton Journal
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