El Congreso Popular de China aprobó el viernes de la semana pasada una reforma por la cual se obliga a los hijos a visitar “frecuentemente” a sus padres.
La disposición no especifica qué debe entenderse por frecuentemente pero faculta a los padres ancianos a llevar a juicio a sus hijos que no los visiten.
Mediante esta disposición se pretende eliminar el problema que es cada vez más cotidiano de padres abandonados por sus hijos o abusados por ellos para hacerse del control de sus bienes.
Se trata de un problema creciente de acuerdo con la prensa, obedece a las tres décadas de reformas económicas que aceleraron el cambio del modelo familiar de familia extensa a familias pequeñas, aunado a la política de un solo hijo y al crecimiento de la expectativa de vida de 41 años a 73 en los últimos cincuenta años.
Ahora China enfrenta el crecimiento de la población de ancianos, lo que es una amenaza a la estabilidad económica y social del país pues implica que la población en edad productiva cada vez más reducida tendrá que sostener a la creciente población de adultos mayores.
Por el momento esta ley no deja a la buena voluntad de los hijos la obligación de visitar a los padres, sino que por ministerio de ley ordena las visitas de hijos a padres, con el riesgo de que de no hacerlo pueda ser un juez quien disponga las visitas y su frecuencia.
Más información South China Morning Post
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