La fiscalía rusa retiró todos los cargos en contra de la doctora Larisa Litvinova, jefa de la clínica de salud de la prisión donde el reo y abogado Sergei Magnitsky falleció por una enfermedad no atendida y por una golpiza.
Este abogado, quien trabajaba para el fondo Hermitage Capital, fue detenido después de denunciar a varios funcionarios de fraude fiscal y falleció a los 37 años en la prisión, en el año de 2009.
La muerte de Sergei Magnitsky se convirtió en una campaña pública en Rusia y en el mundo para denunciar la corrupción del sistema judicial en ese país pues el abogado falleció pocos días antes de que se cumpliera un año de su detención sin acusación formal ni juicio. Cumplido ese plazo hubiera tenido que haber sido puesto en libertad.
Sergei Magnitski denunció a varios policías, jueces, funcionarios y miembros de la mafia rusa de haber falsificado información del Hermitage Capital y así haber defraudado dinero. Pero después de haber denunciado esto fue detenido por uno de los policías que acusó para ser investigado por su presumible participación en el fraude del Hermitage Capital.
Grupos de derechos humanos en Rusia tomaron su caso pues el abogado falleció por negligencia médica al no habérsele proporcionado los adecuados cuidados por la enfermedad que desarrolló.
Lo anterior fue confirmado por la Comisión de Derechos Humanos del Kremlin, que en julio de 2011 emitió un comunicado en el que se hizo saber que el abogado había fallecido de pancreatitis, cálculos biliares, y su cuerpo presentaba dedos rotos y diversos golpes.
La doctora Litvinova era jefe del servicio médico de la prisión de máxima seguridad donde estaba recluido el abogado Magnitsky al momento de su muerte. El fondo Hermitage Capital la acusó de no haberle proporcionado la atención médica requerida, pero estos cargos se desecharon por haber prescrito la acción.
Un vocero de esta empresa financiera declaró que se había hecho saber a la madre del abogado que se retiraban los cargos contra la doctora por medio de un documento firmado por la investigadora del Comité Ruso de Investigaciones, Marina Lomonosova.
El delito de negligencia que se le imputaba a la doctora se considera no grave y su sentencia máxima es de tres años en prisión, por lo que la persecución del mismo prescribe en dos años, lo que revela, de acuerdo con Hermitage Capital, la renuencia del gobierno ruso de responsabilizar a alguien por el fallecimiento del abogado Magnitsky.
Otro médico de la prisión, Dmitry Kratov, aún sigue imputado por negligencia.
A partir de la muerte de Sergei Magnitsky, el presidente Dmitry Medvedev firmó un decreto en el que prohibió el encarcelamiento de las personas acusadas de fraude fiscal.
Más información BBC
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