Reja con cadena y candado

Fiscalía japonesa insistirá en responsabilidad de homicidios cometidos en 1966 de condenado a muerte de 87 años

En marzo de este año, el Tribunal Superior de Distrito de Tokio, Japón, ordenó la reposición del proceso de Iwao Hakamata, de 87 años, sentenciado a morir en 1967 por el homicidio de un empresario y de su familia, en junio de 1966. En este nuevo proceso la fiscalía de la prefectura de Shizuoka anunció que argumentarán que la decisión tomada en marzo no tiene fundamento.

Los homicidios ocurrieron en Shizuoka el 30 de junio de 1966, cuando el empresario, su esposa y sus hijos adolescentes fueron acuchillados en su casa, a la que el perpetrador le prendió fuego después de haber robado dinero en efectivo por un monto de unos 80,000 yenes.

Hakamata fue detenido en agosto de 1966, cuando la policía lo vinculó a los hechos por la presencia de gasolina y manchas de sangre que no eran suyas en su piyama.

Tras 20 días de detención, Hakamata confesó su participación, pero en el juicio se retractó de esa declaración que sus abogados expusieron había realizado víctima del cansancio tras un promedio de 12 horas diarias de interrogatorio y sin la presencia de su abogado.

En agosto de 1967, un año después de la detención, la policía encontró cinco prendas de vestir manchadas con salpicaduras de sangre en un barril de miso -un condimento hecho con semillas de soya o cereales y sal marina, fermentada con el hongo koji-, que dijeron que eran de Hakamata. Él negó que esa ropa fuera suya y la defensa expuso que probablemente la evidencia había sido plantada, pese a lo que Hakamata fue encontrado culpable y sentenciado a pena de muerte en 1980.

Hakamata apeló, pidiendo dos veces que el proceso se repusiera. La primera petición fue rechazada en las tres instancias, a saber, corte de distrito, tribunal superior y Suprema Corte, pero en 2014, la Corte de Distrito de Shizuoka falló a favor de reponer el proceso, permitiendo la liberación de Hakamata, quien había estado en prisión casi 50 años, 30 de ellos condenado a muerte.

Esa decisión fue a su vez apelada por la fiscalía y en 2018 el Tribunal Superior de Tokio anuló la decisión de reponer el proceso. Sin embargo, la Suprema Corte ordenó en 2020 al Tribunal Superior de Tokio revisar el caso con más detenimiento, concluyendo en marzo de 2023 en reponer el proceso por el homicidio de junio de 1966.

Esta semana, la fiscalía anunció que cuando inicie el proceso en la Corte de Distrito de Shizuoka expondrán que la decisión de ordenar un nuevo proceso sobre evidencia que no fue tomada en cuenta, no tiene fundamento.

Lo anterior se refiere a la conclusión a la que llegó el Tribunal Superior de Tokio respecto de la ropa encontrada en el barril de Miso, coincidiendo con el argumento de la defensa de que la ropa debió haber cambiado de color al haber estado durante un año en un barril, lo que hace poco probable que Hakamata la hubiera metido en el barril antes de su arresto.

“Esto tendría un impacto significativo en la decisión final, que establecía que la ropa pertenecía a Hakamata y, por lo tanto, concluyó que él era el perpetrador”, explicó en juez Fumio Daizen, presidente del tribunal, en el fallo de marzo.

Detrás de la liberación de Hakamata, ha estado su hermana Hideko Hakamata, de 90 años, quien junto con la defensa de su hermano, se manifestó decepcionada por la decisión de la fiscalía.

Este caso dista mucho de terminar, pues con un nuevo proceso se abren nuevas posibilidades de apelación.

Más información japantimes.co.jp

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