Tribunal en Gales encuentra culpable de homicidio por negligencia grave al padre de adolescente discapacitada y con obesidad, fallecida en 2020
En el primer caso en que se procesa en el Reino Unido a unos padres como responsables de la muerte de una hija adolescente por negligencia en su cuidado al haberla dejado padecer obesidad mórbida, esta semana un tribunal en Mold, norte de Gales, encontró culpable al padre de homicidio por negligencia grave.
Se trata del caso de Kaylea Titford, una adolescente que padecía hidrocefalia y espina bífida, fallecida a los 16 años el 11 de octubre de 2020, a raíz del deterioro de su salud durante los meses de confinamiento por Covid-19. Ella era una de los seis hijos de hija de Alun Titford, de 45 años, y de Sarah Lloyd-Jones, de 40 y, antes del confinamiento, asistía a una escuela y usaba una silla de ruedas para practicar deportes.
Padre y madre fueron acusados de no haber cubierto la dieta nutricional de la adolescente entre el 24 de marzo y el 11 de octubre de 2020, lo que la llevó a padecer obesidad mórbida. Tampoco se aseguraron de que la adolescente recibiera suficiente ejercicio, estuviera en condiciones higiénicas, viviera en un ambiente seguro e higiénico, ni que su salud mental fuera mantenida o que se obtuviera una atención médica razonable.
Durante el proceso, los trabajadores del servicio de emergencia que acudieron al llamado tras la muerte de la niña, testificaron respecto de las terribles condiciones en que encontraron el cuerpo sin vida de Kaylea, y que el olor de la habitación era tan putrefacto que vomitaron cuando ingresaron.
Descubrieron gusanos debajo de su cuerpo ulcerado, que al momento de su muerte pesaba 146 kilos. Además de situaciones poco higiénicas en la habitación, relataron que las uñas de los pies, que ella no podía alcanzar, no se habían cortado en al menos seis meses y que sus axilas estaban negras.
Su causa de muerte se registró como “inflamación e infección en áreas extensas de ulceración derivadas de la obesidad y sus complicaciones, e inmovilidad en una niña con espina bífida e hidrocefalia”.
La madre se declaró culpable del cargo de homicidio por negligencia grave en diciembre, pero el padre, Alun, combatió el cargo de homicidio tratando de deslindarse de responsabilidad, declarando que el aseo de la joven correspondía a la madre, porque al ser una mujer, no se sentía cómodo cuidando de ella de ese modo.
Si bien se declaró culpable de no haber insistido más a su hija sobre una dieta saludable, su abogado trató de eliminar responsabilidad, explicando que debido a las largas horas de trabajo como cargador de mudanzas, a veces hasta siete días a la semana, estaba muy ocupado como para notar el deterioro de su hija a quien vio con vida una noche antes de su muerte, declarando que no había notado nada inusual en ella y que tampoco había detectado el mal olor en su habitación.
Finalmente, el jurado lo encontró culpable de homicidio por negligencia grave y, cuando se le hizo saber el veredicto, se le advirtió que puede esperar una pena de prisión cuando el 1 de marzo el tribunal en Swansea, Gales, dicte sentencia a su pareja y a él.
Si bien en otros casos se han procesado a los padres por delitos menos graves o, se les ha retirado la custodia de sus hijos, este parece ser el primer caso en el Reino Unido en que la acusación es por homicidio.
De momento, Alun Titford está en libertad bajo fianza, hasta que se dicte su sentencia.
Más información theguardian.com
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