Edificio de la Corte de Casación de Italia
Corte de Casación de Italia

Corte de Casación italiana concluyó que no se puede obligar judicialmente a los nietos a tener contacto con sus abuelos

La Corte de Casación de Italia, máximo tribunal en materia civil y penal, concluyó esta semana que no se puede obligar a los nietos a visitar a los abuelos, confirmando la sentencia de apelación de un caso presentado por los padres de dos personas menores de edad.

Las y los jueces del máximo tribunal italiano concluyeron que por encima del derecho de los abuelos de tener contacto con sus nietos, está el derecho de niñas, niñas y adolescentes que manifiestan su oposición a ser visitados y a visitar a los abuelos, ya que ello les puede ocasionar un perjuicio.

Así, no pueden ser obligados por orden judicial a tener este contacto con sus ascendientes. A este respecto, la Corte de Casación advirtió que no puede haber "imposición 'manu militari' de una relación molesta y no deseada", especialmente si se trata de niños o niñas capaces "de discernimiento" o que hayan cumplido los 12 años.

En materia de visitas de los abuelos o ascendientes, en enero de 2021, la Corte Europea de Derechos Humanos falló a favor de una abuela a quien el estado italiano le ha negado el derecho de ver a su nieta, infringiendo su derecho a la vida privada y familiar protegido en el Artículo 8 de la Carta Europea de Derechos Humanos, al haberle negado el contacto con su nieta autorizado por un tribunal en 2016.

Este fue un caso complicado, porque la hijastra de la mujer que presentó el recurso, Emilia Terna, perdió la custodia de la nieta por estar en prisión, por lo que la abuela se hizo con el cuidado de la bebé. Sin embargo, el estado italiano concluyó que ni ella ni su esposo eran aptos para cuidar de la niña por haber recibido también sentencias condenatorias por venta de drogas y otros delitos.

La niña fue puesta al cuidado del estado y la abuela pidió derechos de visita que, tras varios intentos, le fueron concedidos por un tribunal en 2017. Sin embargo, pese a esa decisión y las medidas de seguridad que se acordaron, las visitas nunca se llevaron a cabo.

Por haber violado el derecho de Emilia Terna a la vida personal y familiar, la Corte Europea ordenó al estado italiano a pagarle 4,000 euros por la infracción a su derecho, además de 10,000 euros por gastos legales. No sabemos si, finalmente, la abuela pudo tener contacto con su nieta.

En el caso resuelto esta semana por la Corte de Casación, se deben haber tenido en cuenta los aspectos específicos del caso, como saber si los niños rechazan la visita de los abuelos por razones específicas o si es porque sus padres les han enseñado ese rechazo. Pero, lamentablemente, es información que, de momento, no tenemos al alcance, ya que la sentencia no ha sido publicada en el sitio web de la Corte.

Más información ansa.it

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