Tribunal polaco reconsidera decisión sobre custodia de niños tras petición extraordinaria del fiscal general
En Irlanda se está presentando un interesante caso de custodia internacional que pone en evidencia los alcances de las decisiones políticas respecto del Poder Judicial en Polonia que han enfrentado a ese país con los órganos de la Unión Europea.
En el caso, en 2016 una corte de distrito irlandesa, después de un rompimiento matrimonial, concedió custodia compartida y derecho de visitas a un padre irlandés. Ese mismo año la madre pidió permiso para llevar a sus hijos menores de edad a vivir a Polonia, pero la solicitud fue rechazada. En su lugar se concedió permiso para que se llevara a los niños a unas cortas vacaciones a Polonia.
Ni la madre ni los niños regresaron a Irlanda por lo que en 2017 el padre acudió a los tribunales polacos que fallaron a su favor ordenando el regreso de los niños a Irlanda con fundamento en el Convenio de La Haya sobre los Aspectos Civiles de la Sustracción Internacional de Menores. El Convenio de 1985 es un tratado multilateral que tiene la finalidad de proteger a los niños de los efectos perjudiciales de la sustracción y retención que traspasen las fronteras internacionales, proporcionando un procedimiento para su pronta restitución.
Pese a la orden del tribunal polaco, los niños no regresaron a Irlanda, ya que en un movimiento que expertos legales en Polonia consideran controvertido, el ministro de Justicia, Zbigniew Ziobro, en su función de Fiscal General, presentó en la Suprema Corte de Polonia un “recurso extraordinario” pidiendo que los niños permanecieran en el país.
En abril la Suprema Corte concedió este recurso y ordenó al tribunal de primera instancia que reconsiderara su decisión tomando en cuenta un presunto riesgo a la seguridad física de los menores.
Esta consideración se hizo porque la madre presentó en Irlanda en 2016 una denuncia en contra del padre de sus hijos por violencia física y sexual. En primera instancia la Corte de Distrito falló a su favor, pero el esposo apeló y la Corte de Circuito anuló la orden de restricción emitida en su contra y ordenó a la esposa a pagar las costas judiciales. Nunca se presentó acusación de maltrato del padre a sus hijos.
El 1 de septiembre el tribunal de primera instancia polaco falló a favor de la madre y anuló la decisión previa, concediendo permiso para que los niños permanezcan en Polonia.
Niall Walsh, abogado de la firma de Peter Connolly, en representación del padre, declaró que lo que está pasando al estado de derecho en Polonia puede parecer abstracto, “pero aquí es como afecta concretamente a una persona que ha puesto toda su fe en el sistema… y se encuentra que no puede ver a sus hijos.”
El abogado se refiere a la reforma al Poder Judicial iniciada en Polonia en 2017 que, a juicio de autoridades europeas y del Tribunal de Justicia de Europa, ha minado la independencia judicial, poniendo en entredicho el estado de Derecho. Esta situación ha enfrentado a Polonia con el resto de la Unión Europea y en la más controvertida decisión hasta ahora, la Suprema Corte polaca concluyó que la ley polaca está por encima de la europea, negando un principio fundacional de la Unión.
En este caso, el recurso legal que queda al padre para poder ver a sus hijos es presentar un recurso en el Tribunal Superior de Irlanda pidiendo que se determine que en este caso la jurisdicción pertenece a Irlanda y no a Polonia. En el caso de que así se falle, estaría por verse si los tribunales polacos están dispuestos a acatar la decisión, fundándose en la reciente decisión de la Suprema Corte que otorga prevalencia a su ley local.
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