Se concede permiso de residencia especial a un peruano con ascendencia japonesa para que obtenga tratamiento médico
Este lunes, el Ministerio de Justicia de Japón concedió a un inmigrante peruano japonés un permiso especial de residencia, que le permitirá enrolarse en el sistema nacional de seguridad social y poder tratar el cáncer de páncreas que padece.
Vladimir Juan Burgos Fujii, de 48 años, fue detenido por los Servicios de Inmigración Regionales de Osaka, por haber extendido su permanencia en Japón. La autoridad migratoria lo dejó en libertad provisional mientras se revisaba su caso.
Cuando Burgos se sintió mal a principios de año, buscó asistencia médica. Sin embargo, por su calidad migratoria no puede inscribirse en el sistema nacional de seguridad social ni realizar un trabajo que le permita obtener ingresos. Hasta el momento ha gastado unos 800,000 yenes (US$ 7,820) en tratamientos médicos, pero la operación del páncreas podría costarle millones de yenes que no tiene forma de obtener.
Por razones humanitarias presentó al Ministerio de Justicia la solicitud para que se le concediera el permiso especial de residencia. Se trata de una calidad migratoria que es concedida por ese ministerio tomando en cuenta las consideraciones especiales de cada solicitud. El obtener tratamiento para una enfermedad incurable es uno de los factores que el Ministerio toma en consideración para otorgar el permiso especial por razones humanitarias.
Tres semanas después de haber presentado la solicitud, un plazo de tiempo que ha llamado la atención por lo expedito, Vladimir Juan Burgos Fujii obtuvo el permiso especial de residencia que le permite inscribirse en el sistema de salud y obtener el tratamiento que requiere. De esta forma, según lo declaró su abogado Masahito Nakai, se espera que en un hospital de la prefectura de Nara se efectúen los primeros análisis necesarios para la cirugía.
La rapidez en la expedición del permiso se propició también porque el servicio de inmigración de Osaka, cuando vio que la salud del peruano japonés se deterioraba, refirió el Caso a la Agencia de Servicios de Inmigración por razones humanitarias de salud.
Tras recibir el permiso de residencia especial, Burgos Fujii agradeció a todas las personas que se involucraron en su caso para que esto sucediera, incluyendo al abogado Nakai.
Agradeció a las autoridades de inmigración, pero dijo que esperaba que su caso ayudara a otros extranjeros que están sufriendo. El abogado Nakai, por su parte, dijo que personas relacionadas con el caso de Burgos elaboraron un plan de salud para acelerar los tramites migratorios, y señaló que la autoridad migratoria, pese a algunas limitantes, hizo su mejor esfuerzo para cumplir los deseos de su representado. Este trabajo, dijo el abogado Nakai, ha llevado a “salvar la vida de Burgos Fujii”.
Aunque Japón no concede la nacionalidad por nacimiento en su territorio siendo hijo de padres extranjeros, ni por ser descendiente de madre o padre japonés nacido en el extranjero, tiene un régimen migratorio especial para quienes se incluyen en este último supuesto. Burgos Fujii, aunque en las notas se ha hecho referencia a que es peruano japonés, no tiene la nacionalidad japonesa y por eso ha tenido que buscar el permiso de residencia especial como extranjero. Una vez que los extranjeros hijos de padre o madre japonesa obtienen visa de residencia, pueden ejercer libremente cualquier profesión u oficio.
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