Se desecha apelación contra organismo que en Irlanda compensa a víctimas de accidentes en que hay automóviles no asegurados
Una corte de apelaciones de la República de Irlanda confirmó esta semana una decisión que exime de responsabilidad al organismo que compensa a personas involucradas en accidentes de tráfico donde hay automóviles no asegurados, debido a que el conductor del automóvil accidentado le dijo al pasajero antes de iniciar el viaje que no estaba asegurado.
En 1955 el gobierno irlandés y las aseguradoras acordaron crear el organismo Motor Insurers’ Bureau of Ireland (MIBI) con el objetivo principal de compensar a víctimas de accidentes en que se involucren automóviles no asegurados ni identificados, sin dejar en situación de desventaja a quienes sufran lesiones derivados de estos accidentes.
Con fundamento en la Sección 78 de la Ley de 1961 de Tráfico Vial todas las empresas que venden seguros de automóviles en Irlanda deben pagar una cuota anual para financiar al MIBI.
La reclamación de ser compensado por el accidente fue presentada por Janvier Tumusabeyezu, un inmigrante de Ruanda, que el 26 de junio de 2017 abordó el automóvil de Daniel Muresan una vez que terminó su trabajo en el Festival Body & Soul. Tres días antes había viajado en el mismo auto ya que Muresan, él y los otros dos pasajeros trabajaron como parte de la seguridad del evento.
Según consta en la documentación judicial, antes de iniciar el viaje, Daniel Muresan, nativo de Rumania, atendió una llamada telefónica de su madre y al terminarla se persignó. Esto, según narró Muresan, provocó la risa de Tumusabeyezu y por eso le contestó que no veía mal encomendarse a las divinidades porque el automóvil en que viajaban no estaba asegurado ni registrado, ni había pasado la inspección vehicular ni él estaba asegurado ni contaba con licencia de manejar. Pese a todas estas advertencias, los tres pasajeros aceptaron realizar el viaje.
Desafortunadamente Muresan perdió control del auto y se fue a una zanja. Resultado del accidente Tumusabeyezu sufrió lesiones de tejidos blandos, incluida una perforación del intestino delgado, una lesión en el hombro derecho y una lesión en la espalda y se tuvo que someter a una cirugía por sus lesiones abdominales.
Janvier Tumusabeyezu presentó la demanda pidiendo ser compensado en contra de daños a Daniel Muresan, quien aceptó negligencia, y a la MIBI.
Pese a que Tumusabeyezu y los otros dos pasajeros negaron que Muresan les había advertido de la falta de seguro del vehículo, el juez Bernard Barton de primera instancia concluyó que Muresan decía la verdad y que no había inventado semejante historia. “En una sociedad donde la práctica religiosa, por no mencionar la creencia, está en declive, es menos probable que sea una cuestión de conjetura que decir una oración y/o bendecirse en las circunstancias descritas podría provocar una reacción del tipo que se relata, aunque esto no puede establecer una conclusión de que tal ocurrió, sino que depende de la evidencia y las inferencias, si las hay, que se puedan extraer adecuadamente de ella".
Partiendo de la credibilidad del relato de que los pasajeros fueron avisados de la falta de seguro y del testimonio del oficial que llegó al lugar del accidente, el juez concluyó que si había responsabilidad era del conductor, pero no del MIBI.
Janvier Tumusabeyezu apeló la decisión argumentando que el juez cometió varios errores en la apreciación de los hechos, pero el panel de apelaciones conformado por los magistrados Aileen Donnelly, Robert Haughton y Maurice Collins concluyeron que no se habían cometido errores y desecharon la apelación.
Más información irishtimes.com /mibi.ie / irishlegal.com
miabogadoenlinea.net
Se permite la reproducción parcial o total concediendo crédito y vinculando a miabogadoenlinea.net