Un tribunal de crímenes de guerra en La Haya condenó a dos exfuncionarios serbios por ayudar e incitar a crímenes de guerra en los Balcanes
Sir Burton PC Hall , juez del Mecanismo Residual Internacional de Tribunales Penales de la Organización de las Naciones Unidas que preside el caso del Fiscal vs. Jovica Stanišić y Franko Simatović, determinó que los acusados eran culpables de dirigir una "empresa criminal conjunta" para expulsar a los no serbios de distintas áreas de Croacia y Bosnia y Herzegovina. Al hacerlo, concluyó el tribunal, crearon "una atmósfera de terror, detenciones arbitrarias y trabajos forzados".
Sin embargo, el juez rechazó la mayoría de los cargos presentados por la fiscalía, y se centró en un municipio bosnio. Asimismo, las sentencias quedaron muy por debajo de lo que pretendían los fiscales: Jovica Stanisic, ex jefe de la seguridad del Estado de Serbia, y Franko Simatovic, su adjunto, fueron condenados a 12 años de prisión, incluido el tiempo cumplido.
Sin embargo, Wayne Jordash, abogado de Stanisic, dijo que apelaría la condena, calificando las sentencias como "manifiestamente excesivas". "El tribunal debería avergonzarse de sí mismo por tomar 18 años y celebrar dos juicios por un caso tan débil", dijo.
Por su parte, Kada Hotic, representante de una asociación de víctimas de la guerra de Bosnia, dijo a Balkan Investigative Reporting Network que estaba satisfecha con el veredicto, aunque era una sentencia leve. “Con todo, son culpables, y finalmente se demostró que Serbia, estaba involucrada en los crímenes” dijo.
Los fiscales acusaron a la pareja de organizar escuadrones de asalto, permitir la matanza de prisioneros y firmar envíos encubiertos de armas. Stanisic y Simatovic también fueron señalados por crear y ejecutar una serie de operaciones encubiertas utilizando brutales grupos paramilitares y actuando bajo las órdenes Slodoban Milosevic.
La parte acusadora señaló que los condenados eran parte de una conspiración criminal para expulsar a los no serbios de grandes secciones de Croacia y Bosnia, una campaña que trajo un nuevo término al léxico sombrío de la guerra: "limpieza étnica".
Como parte de las pruebas en contra Stanisic y Simatovic se presentaron registros de los archivos de la policía secreta serbia, que incluían información sobre el reclutamiento de paramilitares y sus pagos. Los pagos a un grupo llamado los Boinas Rojas fueron firmados por Simatovic.
Los registros secretos proporcionados por las autoridades serbias mostraban que estos grupos, con nombres como Arkan's Tigers, Scorpions, Grey Wolves y White Eagles, no eran bandas informales de criminales u hombres que espontáneamente tomaron las armas, sino hombres bien entrenados, bien equipados y bien pagados en uniforme, dirigidos por la policía secreta que encabezaban Stanisic y Simatovic.
Los fiscales dijeron que estos grupos tenían la tarea de hacer el trabajo sucio durante las operaciones de limpieza étnica.
Al igual que muchos juicios por crímenes de guerra, el caso contra Stanisic y su adjunto ha sido complejo y extenso, y se remonta a una acusación de 2003. Previamente habían sido absueltos en 2013, pero los jueces de apelaciones anularon ese veredicto dos años después y ordenaron un nuevo juicio.
El tribunal, a pesar de las críticas por la duración de los juicios, ha sentado muchos precedentes importantes en el derecho penal internacional y ha brindado a las víctimas la oportunidad de denunciar lo que presenciaron y experimentaron.
Han pasado más de tres años desde que cerró el Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia en La Haya, y la institución sucesora, el Mecanismo Residual Internacional de los Tribunales Penales, fue la sede oficial del último juicio.
Más información nytimes.com
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