Un panel de siete jueces de la Suprema Corte de Nueva Jersey, Estados Unidos, ordenó que el juez John F. Russo Jr., quien a una víctima de violencia doméstica y violación le dijo que cerrara la piernas, fuera destituido del cargo inmediatamente.
La decisión fue firmada el 26 de mayo y en ella el presidente de la Corte, el magistrado Stuart Rabner, escribió que “ningún testigo, presunta víctima o litigante debe ser tratado de esa forma en un tribunal de justicia”, refiriéndose a las vejatorias palabras y trato humillante del juez a una mujer que pedía una orden de alejamiento en contra de un hombre que abusaba de ella sexualmente. “Las preguntas también avergonzaron a la presunta víctima al sugerir intolerablemente que ella tenía la culpa”.
El juez Russo no solo quedó sujeto a proceso disciplinario por este caso, sino por otras dos situaciones. El más importante, sin embargo, fue el que procesó en mayo de 2016 respecto de una mujer que pedía una orden de alejamiento de un hombre a quien acusó de agresión sexual, de amenazas y de haber hecho comentarios inapropiados a su hijo.
“¿Sabe usted cómo detener a alguien de tener relaciones sexuales con usted?”, le preguntó el juez Russo.
“Si”, respondió ella.
“¿Cómo lo haría?” repreguntó el juez.
La mujer le respondió que trataría de dañar físicamente a su atacante y de decir “no”. El juez preguntó “¿Qué más?”
Ella respondió que correría.
“Correr, huir”, él dijo. “¿Algo más?” “Tapar sus partes corporales?” añadió el juez. “¿Cerrar las piernas? ¿Llamara a la policía? ¿Hizo alguna de estas cosas?”
Estas preguntas humillantes fueron hechas, según la defensa del juez, para que la mujer volviera a centrarse de nuevo en el testimonio y dar más información en su relato. “Verdaderamente estaba batallando para saber si este caso era realmente algo que estaba sucediendo y una testigo incapaz de expresarlo o si era otra cosa sucediendo”, se defendió Russo.
Una defensa que no fue aceptada por los magistrados de la Suprema Corte porque según la transcripción de la audiencia la mujer estaba dando un testimonio amplio de los hechos y “no necesitaba asistencia del juez para expresarse.” Además, después de esto el juez hizo comentarios “problemáticos” a su personal y dijo que siendo una “bailarina exótica”, la mujer debía conocer cómo repeler las insinuaciones de los hombres.
"Los jueces establecen el tono para una sala de audiencias", se lee en la decisión. “Especialmente cuando se trata de asuntos delicados como la violencia doméstica y la agresión sexual, ese tono debe ser digno, solemne y respetuoso, no degradante o de segundo año. El demandado perdió en ese sentido.”
En abril de 2019, por decisión del Comité Asesor sobre Conducta Judicial, el juez Russo fue suspendido del cargo durante tres meses sin goce de sueldo, decisión que se tomó por esta y por otras dos conductas inapropiadas.
La primera de esas otras dos conductas fue no haberse recusado de conocer un caso en el que un conocido, dueño de una pizzería muy frecuentada por el juez, fue acusado de no pagar la pensión alimenticia de sus hijos. En este caso el juez redujo el monto a pagar de US$ 10,000 a US$ 300.
El otro caso fue la amenaza del juez a una mujer que en un caso de paternidad dijo que estaba temerosa de proporcionar su dirección. “Todos la vamos a encontrar”, dijo el juez, amenazando a la mujer con pérdidas financieras y de credibilidad.
De esta forma, por considerar que es “inconcebible” que el juez Russo vuelva a resolver casos de violencia doméstica o de violación, la Suprema Corte decidió destituirlo del cargo “con efectos inmediatos”.
Más información nytimes.com
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