Una mujer de 28 años fue sentenciada a cuatro meses de prisión suspendida por la posesión de un video de pornografía infantil que recibió por mensaje no solicitado en WhatsApp y que inadvertidamente se almacenó en la memoria de su celular.
Se trata de Omo Delpin Omorouyi, una mujer de 28 años originaria de Nigeria y residente en la República de Irlanda, quien en enero de 2018 recibió un video. Movida por la curiosidad empezó a ver el video que en un inicio es inocuo, pero a medida que fue avanzando y se percató de que se trataba de algo “siniestro”, dejó de verlo. Al haberlo empezado a ver, sin embargo, el material se descargó en su celular y quedó almacenado.
Durante el proceso, la juez Pauline Codd conoció que el video le fue enviado a la imputada por una persona a quien solo conocía por su nombre de pila. A través de su abogado, Omo Delpin Omorouyi declaró que se comunicó con esta persona y le pidió que le dejara de enviar mensajes.
Un mes después de recibido el video, en un operativo que no tenía relación con la acusada, la policía realizó un cateo en el domicilio donde vivía y como parte del proceso incautó su teléfono celular. En la revisión, la policía encontró el video y procedieron con la imputación por posesión de material pornográfico.
“No sabía qué era hasta que lo abrí. Entonces lo borré de mi teléfono”, declaró Omo Delpin Omorouyi a la policía. Durante el proceso el oficial Killian Leyden explicó que una vez que un video es visto en un smartphone, se descarga automáticamente y queda almacenado en el disco duro.
Ante la juez Codd, la acusada se declaró culpable de posesión de pornografía infantil. Su abogado, Garnet Orange, trató de excusarla diciendo que fue la receptora inocente del video y que quizá en lo que falló fue en no haber avisado a la policía, una conducta que, recordó la juez, no es un delito.
Aunque ella no vio el video de dos minutos, el tenerlo en su celular la hace culpable del delito y por ello la juez Codd la sentenció a cuatro meses de prisión suspendida. Una sentencia que termina con las aspiraciones de Omo Delpin Omorouyi de trabajar al cuidado de niños y la razón por la que dejó el curso que estaba haciendo para capacitarse en este rubro y ahora trabaja en un restaurante de comida rápida. Por sus declaraciones en el tribunal, parece que la mala suerte la ha acompañado pues dijo que le han sucedido “cosas pésimas”.
Durante el proceso judicial, el oficial de policía Killian Leyden explicó que el video en cuestión dura dos minutos y muestra a un hombre violando a un niño pequeño. El hombre del video fue identificado en Massachusetts, Estados Unidos, y ya fue sentenciado por su atroz crimen.
Que esta historia nos sirva para vigilar mejor quiénes son contactos en redes sociales y servicios de mensajes, qué vemos y que no dejemos de reportar cualquier cosa que sea o pueda parecer un delito.
Más información irishtimes.com
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