En Francia, la pesadilla del llamado Affaire Benalla no ha terminado para el presidente Emmanuel Macron. Este martes la fiscalía anunció que ha abierto una investigación preliminar sobre supuesto perjurio presuntamente cometido por varios funcionarios de la administración Macron.
Este asunto se remonta a julio de 2018 cuando Alexandre Benalla, ex guardia de seguridad del presidente Macron, fue captado en video agrediendo a una pareja durante una manifestación del 1 de mayo. El problema fue que, además de haber intervenido con una agresión, llevaba una identificación de policía pese a no pertenecer a ese cuerpo de seguridad.
El 2 de mayo el ministro del Interior, Gérard Collomb, conoció la existencia del video y la mala actuación de Benalla y el 3 de mayo el director del staff presidencial, Patrick Strzoda, notificó a Alexandre Benalla que estaba suspendido durante 15 días sin goce de sueldo y que sería degradado a labores administrativas por “su comportamiento manifiestamente inapropiado”. Pese a esta suspensión, Benalla participó en la logística del desfile tradicional del Día de la Bastilla del 14 de julio y dos días después en la logística del multitudinario recibimiento a la selección francesa de fútbol, ganadora del Mundial de la FIFA.
El asunto fue develado el 18 de julio por el diario Le Monde y no fue sino hasta el 19 de julio cuando la fiscalía de París inició una investigación preliminar sobre los sucesos del 1 de mayo, mientras que el ministro del Interior refirió el caso a la Inspection Générale de la Police Nationale (IGPN), órgano encargado de la investigación de la actuación de la policía para que determinaran cómo terminaron trabajando con la policía Alexandre Benalla y Vincent Crase, militante del partido político de Macron, La République en Marche.
En el marco de estas investigaciones, numerosos funcionarios fueron interrogados no sólo por la fiscalía sino por una comisión que se creó en el Senado para investigar este asunto que puso en grave crisis al gobierno de Macron.
Según se ha desprendido del comunicado de la fiscalía, ha sido la comisión del Senado la que presentó denuncia sobre supuesto perjurio en contra de varios funcionarios y exfuncionarios, aunque la fiscalía no proporcionó nombres. Los medios especulan que se trata del propio Alexandre Benalla, de Vincent Crase y de Patrick Strzoda, además de Alexis Kohler, funcionario de presidencia, y de Lionel Lavergne, director del cuerpo de seguridad de presidencia.
En pasados meses trascendió que pese a haber sido despedido, Alexandre Benalla ha seguido viajando con pasaporte diplomático, visitando a varios funcionarios extranjeros como al presidente de Chad, Idriss Deby Itno. Al respecto, la presidencia dijo que Benalla había falsificado el pasaporte.
Por la falta de precisión en la información que se ha dado al Senado y el descuido en el manejo del asunto, es que se ha referido a la fiscalía el caso para que se investigue si estos funcionarios han mentido sobre un escándalo de grandes proporciones por la promesa de Macron de “una república ejemplar”.
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