La Asociación Nacional de Café de los estados Unidos se ha puesto de cabeza después de que un juez en California concluyera que las empresas vendedora de café, como Starbucks, han fallado en su obligación de señalar que el café presenta un riesgo de sufrir cáncer.
La acción civil fue presentada en 2010 por una organización no lucrativa llamada Council for Education and Research on Toxics, exponiendo que los granos tostados de café contienen acrilamida, una sustancia química que se usa principalmente para hacer compuestos químicos llamados copolímeros de poliacrilamida y de acrilamida que se usan en muchos procesos industriales como la producción de papel, de tintes y plásticos, y en el tratamiento del agua potable y de aguas residuales, incluidas las aguas negras. También se encuentran en productos de consumo, tales como selladores (masilla, enmasillado o calafateo), envases de alimentos y algunos adhesivos.
Conforme con información obtenida de la web del Instituto Nacional del Cáncer de los Estados Unidos, la acrilamida se encuentra también en algunos alimentos ya que puede producirse cuando las verduras que contienen el aminoácido asparagina, como las papas, se calientan a altas temperaturas en la presencia de algunos azúcares. Así, se ha encontrado que los alimentos procesados que son la fuente principal de acrilamida son las papitas fritas; galletas y pan; cereales para desayuno; aceitunas negras en lata y jugo de ciruela y café.
Esta sustancia forma parte también del humo del tabaco, habiéndose encontrado que la gente se expone sustancialmente a más acrilamida por el humo del tabaco que por los alimentos.
El estado de California ha elaborado una lista de los químicos que considera que son causantes de cáncer o de daño reproductivo y la acrilamida está incluida en esta lista de la década de los años 90.
Además, la Ley de Seguridad del Agua Potable y de Aplicación de Sustancias Tóxicas obliga a los comercios a alertar a los consumidores mediante el etiquetado de la exposición a alguno de los químicos enlistados.
En la demanda que nos ocupa se expuso que 91 empresas, como Starbucks y Dunkin’ Donuts no han cumplido con esta norma de etiquetado por la exposición a la acrilamida de los bebedores de café. La acrilamida en el café se produce por el tueste de los granos.
El juez Elihu M. Berle, del Tribunal Superior del Condado de Los Ángeles, concluyó que los demandados no probaron durante el proceso que el café contenga algún beneficio a la salud humana ni que existen sólidas consideraciones en materia de salud pública que respalden un nivel de riesgo alternativo de acrilamida en el café.
Se trata de una decisión que no es firme ya que es una propuesta, habiendo concedido a los demandados dos semanas para presentar sus objeciones a la misma. Por tratarse de un tema que es controvertido, el mismo juez sostiene que se trata de un asunto que seguirá ventilándose en el tribunal durante algunos meses más.
Como respuesta a esta sentencia, William Murray, director ejecutivo de la asociación de café declaró al New York Times que si bien la presencia de acrilamida en el café “no está en duda”, los niveles “son minúsculos”.
“El café es mucho más que la acrilamida – literalmente contiene cientos de sustancias y es uno de los alimentos más estudiados de todos los tiempos”, escribió como respuesta William Murray y añadió que colocar etiquetas de advertencia en el café “sería confuso y engañoso”, citando declaraciones de la Organización Mundial de la Salud, OMS, de que la bebida o ocasiona cáncer y que estudios demuestran que ofrece algunos beneficios a la salud como la longevidad.
Es cierto que el vínculo del café con el cáncer no tiene aún una evidencia científica sólida, pero también es cierto que la ley en California es clara sobre la advertencia a los consumidores de su exposición a químicos nocivos, así que ya veremos en qué acaba esta discusión.
Más información nytimes.com
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