Vlada Dzyuba
Vlada Dzyuba

Las autoridades de la ciudad de Perm, Rusia, han anunciado que abrirán investigación relacionada con la trágica y, hasta el momento, misteriosa muerte de una niña de 14 años que se encontraba en China trabajando como modelo en condiciones laborales que han sido equiparadas a la esclavitud.

Vlada Dzyuba fue internada de urgencia la semana pasada en un hospital en Shanghái, China, después de haberse colapsado, según medios australianos, tras un día de 13 horas de trabajo que implicó 12 horas en pasarela en un desfile de modas en Shanghái. El 27 de octubre, a dos semanas de cumplir 15 años, falleció por causas que aún no han quedado muy claras.

Algunos medios reportan que la muy joven modelo falleció por meningitis, pero que sus síntomas pasaron desapercibidos. Otro más dicen que fue un envenenamiento de la sangre y otros que falleció por exceso de trabajo y exhausta, consistente con denuncias que modelos en los llamados mercados de segundo nivel, como el de China o México.

Vlada Dzyuba fue contratada por la agencia china de modelos ESEE Model Management. Pese a tan solo tener 14 años, su contratación fue legal en China en donde, según la agencia Agence France-Presse en Shanghái, el trabajo de las modelos se cataloga como “trabajo cultural”, dentro de una rama laboral de excepción en la que se permite el trabajo de menores de edad.

La jornada de trabajo es la que se ha puesto en duda. Zheng Yi, fundador de ESEE declaró que la niña trabajaba ocho horas al día de conformidad con su contrato. “Dzyuba tuvo 16 diferentes trabajos durante su estancia de dos meses en China, con descansos regulares mientras trabajaba. Mucho de su trabajo quedaba finalizado en las ocho horas. Su carga de trabajo era moderada comparada con el de otras modelos”.

“Mamá, estoy tan cansada. Tengo tantas ganas de dormir”, declaró Oksana Dzyuba, madre de la niña, que su hija le decía cuando le hablaba por teléfono.

Durante varios años las modelos han denunciado las pésimas condiciones laborales de la industria del modelaje, pidiendo una mayor protección a sus derechos. Así, han logrado que la industria de la moda otorgue ciertas protecciones que, sin embargo, parecen no alcanzar a todos los mercados ni tampoco ser del todo suficientes.

Thefashionlaw.com refiere el artículo escrito en 2014 por la modelo Meredith Hattam, titulado “Mi trabajo como modelo en China”, publicado en fashionista.com, en el que describe las condiciones de trabajo que enfrentó, como largas jornadas laborales, precaria situación de vivienda compartiendo un departamento de 4 recámaras y dos baños con otras 12 modelos, y viajes de último momento, siendo quizá lo más grave el que su situación migratoria durante su estancia de varios meses en el país asiático no fue regularizada, habiendo permanecido en el país con visa de turista. Esta irregularidad deja a las jóvenes en estado de indefensión pues en caso de rechazar algún trabajo pierden el apoyo de las agencias que las contratan, quedándose en un país extraño al suyo sin medios para regresar a sus hogares.

A las acusaciones de que Dzyuba fue sometida a trabajo esclavo, Zheng Yi, cuya agencia declaró sobre el fallecimiento de la niña que habían perdido “un ángel”, respondió diciendo que “el modelaje no es un trabajo manual, después de todo, solo shows, sesiones de fotografías y hacer poses, con descansos”.

Anna Kuznetsova, de la comisión de derechos de la infancia de la Federación Rusa fue quien anunció que las autoridades de Perm, donde se localiza la agencia de modelos de Vlada Dzyuba en Rusia, abrieron investigación criminal para conocer si la muerte de la niña se debió a negligencia.

“La investigación arrojará luz sobre las razones por las que una niña que no tenía 14 años estaba en el extranjero, quien fue quien negocio su contrato, por qué no tenía documentos que le otorgaran asistencia médica”, declaró la comisionada Kuznetsova en conferencia de prensa realizada en Vladivostok

“Una bandera roja ha captado la atención de las autoridades: la señorita Dzyuba no tenía seguro de salud, aunque su contrato con ESEE Models, la compañía administradora en Shanghái que la contrató, estipulaba que ella debía haber tenido uno antes de su llegada. La falta de seguro pudo haber evitado que la señorita Dzyuba hablara de los dolores que tenía”.

Por lo pronto, la familia de esta niña ha declarado que no tienen los medios económicos para repatriar el cadáver de su hija por lo que tendrán que esperar un mes a que puedan trasladarse las cenizas.

Por donde se mire, un caso trágico.

Más información thefashionlaw.com

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Imagen siberiantimes.com

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