Pese al proceso de globalización, las leyes en materia internacional no son homogéneas lo que acarrea situaciones como la siguiente en donde el derecho asiste a una persona en un país, pero en otro no llegándola a considerar culpable.

Es el caso de un ciudadano estadounidense que tras el divorcio de sus esposa japonesa el juez en los Estados Unidos concedió custodia compartida sobre sus dos hijos menores de edad. Bajo ese arreglo, el verano pasado la madre llevó a sus hijos a Japón de vacaciones, pero decidió que no regresarían a los Estados Unidos.

Cuando el padre de los niños se enteró de esa decisión notificó al juez de lo familiar, quien le otorgó la custodia completa de los niños y además se emitió orden de aprehensión en contra de la madre porque al haber incumplido la orden judicial respecto de la custodia compartida incurrió en el secuestro de los niños.

 

 

Sin embargo, de acuerdo con las leyes familiares japonesas, país que no es parte de los tratados en materia de secuestro de niños, la custodia de los hijos opera de manera diferente ya que tras un divorcio se entrega custodia completa a un solo padre, elegido en función del mejor interés de los hijos. Y aunque supuestamente no se hacen distinciones en cuanto a la nacionalidad de los padres, los padres extranjeros prácticamente no tienen oportunidad de obtener la custodia completa. Por ello en Japón, la custodia de estos niños la ganó la madre.

Cuando el padre decidió ir a Japón a buscar a sus hijos, fue detenido por la policía de ese país por secuestro de niños y ahora espera ser juzgado. De ser encontrado culpable podría obtener hasta cinco años en prisión.

¿Víctima o victimario? Es una pregunta que se contesta a través del cristal legal con que se mire, el de Estados Unidos o el de Japón, pero la realidad es que, como siempre, las verdaderas víctimas de estos procesos son los hijos.

Fuente CNN.com

 

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